Lo anterior nos recuerda el ensayo periodístico del escritor uruguayo Eduardo Galeano, denominado Las venas abiertas de América Latina, que describe descarnadamente el saqueo de los recursos naturales que ha sufrido nuestra región a lo largo de la historia, primero, a manos de las naciones que conquistaron este territorio entre los siglos xv a xix, y, posteriormente, a manos de los llamados países desarrollados a partir del siglo xx hasta nuestros días.
La ONG Corpades y la Agencia de Prensa Análisis Urbano rechazan este nuevo asesinato que enluta el movimiento social y de defensa de los derechos humanos; además exige garantías de seguridad reales para las comunidades urbanas y rurales, las organizaciones que trabajan en estos territorios y los líderes y lideresas que las acompañan.
El incumplimiento por parte del Gobierno nacional ha conllevado a que los militantes de la exguerrilla de las FARC desconfíen de los acuerdos y, a su vez, la coordinación general de la organización pierda poder en sus líneas de base.
Para Raúl Rosende, jefe del gabinete de la Misión de la ONU en Colombia, el tema de la reincorporación «es un elemento fundamental para asegurar la sostenibilidad del proceso de paz. Hay dos elementos fundamentales para este fin: que los excombatientes tengan seguridad física y socioeconómica».
Recordemos que a inicios de mayo el Congreso de EE. UU., en su mayoría republicano, aprobó los USD 450 millones para el Plan Paz en Colombia —74 millones más que el año pasado—; sorpresa que dejó impávidos a los opositores del proceso de Paz.