Los procesados presentan antecedentes y anotaciones penales por delitos como tráfico de estupefacientes, hurto calificado y agravado, daño en bien ajeno y porte de armas de uso privativo de las fuerzas militares.
Monsalve Lopera fue capturado en la misma población por la Policía Nacional tres días después del ataque, cuando portaba un revólver calibre 38. El arma incautada fue sometida a un estudio de balística y se halló correlación positiva con la utilizada en el homicidio.
Según las declaraciones del propio investigado, la víctima fue estrangulada la noche del pasado 20 de septiembre en la propia vivienda, al parecer por un ataque de celos.