Según el portal especializado Insight Crime, en 2016, Iván Mordisco auspició la comisión de delitos como la minería ilegal y la extorsión a campesinos, comerciantes y agricultores, y presionó para aumentar la siembra, transformación y tráfico de coca al Guaviare. A su vez, ese mismo año, la Defensoría del Pueblo denunció́ que su grupo criminal reclutó forzosamente a un número indeterminado de niños y jóvenes indígenas en zona rural de Miraflores (Caquetá). En 2017, el comandante disidente ordenó asonadas contra la Fuerza Pública, ataques con aparatos explosivos, secuestros y varios asesinatos de civiles en Guaviare.