Además, otros restos óseos fueron ubicados y entregados a los peritos judiciales, que a su vez los enviaron a Medicina Legal para intentar establecer mediante la prueba de ADN la identidad de la persona.
Gómez Vaca fue obligado a lavar un baño con un cepillo de dientes, a vestir apenas un interior y lo golpearon en repetidas oportunidades con un tubo, obligándolo a repetir frases como “soy un violo” y “maté a la niña Angie”.
El cadáver de la niña fue hallado en una bolsa de plástico y envuelto en sábanas en la vía que conduce de la vereda La Embajada, en el municipio de Cabuyaro, al municipio de Barranca de Upía, en el Meta.
Jairo Antonio Rodas era ingeniero administrativo y estudiante de un doctorado en Industria y Organizaciones. Se desempeñaba como profesor del Instituto Tecnológico Metropolitano y de la Universidad Nacional, sede Medellín.