Esta actividad criminal habría sido ejercida durante tres años, tiempo en el que la red supuestamente se convirtió en uno de los principales aliados de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, o Clan del Golfo, en Córdoba y Sucre.
Las armas largas, chalecos antibalas y hasta uniformes de la Policía de Buenos Aires que se incautaron dejan ver la dimensión de la red, que estaba integrada por más que simples jíbaros de barrios.
Las propiedades afectadas en esta primera diligencia de extinción de dominio contra las disidencias de las desmovilizadas Farc, quedarán a disposición de la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
Nota de Ariadne Agamez Lombana para el periódico Publimetro. En cualquier esquina de la ciudad y de cualquier comuna se puede percibir el fuerte e intenso olor a la marihuana. Los parques y las áreas verdes dentro de la ciudad son los lugares preferidos para el consumo y la comercialización.