Por ejemplo, la presencia de estas organizaciones del crimen transnacional en Tumaco, Buenaventura, Putumayo, Cauca, Chocó, Santander, Valle del Cauca, Antioquia y Cartagena mostraría que los criminales mexicanos no vinieron de paseo o a esconderse, sino a hacer negocios. Sus clientes o nuevos trabajadores necesitan musculo financiero más fuerte para seguir trabajando.
Fuentes cercanas a Análisis Urbano plantean que allí converge la Alianza Criminal del Norte, que está compuesta por Los Chatas y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) —o Clan del Golfo—, además de la llamada línea Douglas o Hijos de la Oficina; ellas estarían disputando el control total de la zona urbana y rural con una banda criminal local.
Rosario es una ciudad que no entiende de límites. Todo lo que acontece en ella deambula de extremo en extremo, como si se tratara de una adolescente que siempre intenta corromper las normas. ....