Los policiales, adscritos al Departamento de Policía de Urabá, son investigados por la Institución y por el momento fueron suspendidos mientras avanza la investigación.
Aunque las manifestaciones han perdido fuerza, sigue existiendo descontento en las calles y la crisis, la más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), parece lejos de solucionarse, pese a las medidas sociales anunciadas por el Gobierno y al acuerdo parlamentario para convocar un plebiscito sobre una nueva constitución.