Los dos asesinos huyeron hacia el río San Miguel, sin embargo uno de ellos se devolvió, pateó el cuerpo de Nixon, al parecer para cerciorarse que estuviera muerto, y luego echó a correr con su compinche. Este lugar hace parte de la frontera entre Colombia y Ecuador, ubicado a una hora por vía destapada de La Dorada, cabecera municipal de San Miguel, Putumayo.