Según vecinos del sitio, a eso de las 8 de la noche se escucharon varios disparos. Cuando salieron a mirar qué pasaba se encontraron con el cuerpo de Araque Barrientos en el piso.
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Según las autoridades, a Luz Dalia se le conocía con el apodo de la Gorda Dalia y era la segunda al mando en el combo La Colinita, anexo a la banda la Raya, que lidera alias el Burro (Luis Yefri Ríos López), que heredó a su vez ese sórdido sitial de su hermano Didier de Jesús (alias Tuto), señalado cabecilla principal y quien seguiría dando órdenes desde la cárcel a sus otros hermanos (Wilson a. Monopepe, y Eduardo a. Colada), también integrantes de la agrupación criminal.
Los sujetos siguieron hasta el local contiguo, donde uno de ellos le entregó a otro una pistola con supresor de sonido. Luego se acercó a su objetivo, le apuntó a la cabeza y le disparó en tres oportunidades. Los dos sicarios y el campanero huyeron por la calle Tejelo hacia el sector del Raudal.
El sicario lo esperó disfrazado de vendedor ambulante. Cuando Aguirre Monsalve se hizo a un lado de la acera para esperar el bus que lo llevaría a la empresa en la que trabajaba, el presunto vendedor sacó un revólver de un bolso y le disparó en seis oportunidades. Lo mató al instante. El agresor huyó con un cómplice con rumbo desconocido.
Allegados de la víctima aseguraron que esta habría sostenido días atrás discusiones con su expareja sentimental, quien la amenazó de muerte, por lo que se convirtió en el principal sospechoso del asesinato de Luisa Fernanda, quien laboraba en la Universidad Pontificia Bolivariana.
Una vez la patrulla llegó al sitio se encontró con el cadáver de un hombre de 1.70 metros de estatura, contextura delgada, tez trigueña, cabello corto negro y quien vestía camiseta azul, pantalón camuflado y tenía varios tatuajes en su cuerpo.
Los sicarios abordaron a su víctima, quien caminaba despreocupada por la acera, y le dispararon sin mediar palabra para luego huir a pie hacia la carrera Bolívar.
Minutos después apareció en vía pública del sector La Capilla con diez disparos en su cuerpo. Vecinos dieron aviso a las autoridades sobre el asesinato de Marín Pirela, de origen venezolano y quien llevaba pocos meses en la ciudad.
Entre varios ciudadanos y la Policía lo trasladaron a un centro médico, pero llegó allí sin signos vitales. La riña ocurrió a las 12:35 a.m. en un establecimiento comercial. Los móviles y responsables se desconocen.
Con este caso el número de homicidios ocurridos en Medellín en lo que va corrido de 2019 es de 230. Por su parte, en la comuna 10, Candelaria o Centro de Medellín, la más violenta de la ciudad, se han cometido 29 asesinatos este año.