Teherán, 29 de septiembre de 2022.- Teherán vivió este jueves una fuerte tensión con cientos de policías antidisturbios por las calles, después de que el gobernador provincial diese por finalizadas las protestas por la muerte de Mahsa Amini.
En la plaza de Tajrish no estaban presentes las temidas furgonetas de la Policía de la moral, que solían detener a mujeres por “mal velo” en el área, pero sí hubo camionetas con antidisturbios equipados con porras y lanzadores de gases, algunos de ellos con las caras tapadas con pasamontañas.
Circulando hacía el sur, a lo largo de Valiasr, una de las principales arterias de la urbe, transitaban docenas de antidisturbios en motocicletas, incluso por las aceras, en una tirante atmósfera en esta pudiente zona norte de la capital.
INCIDENTE POR UN VELO
Ese tenso ambiente desembocó en un incidente en la calle Bagh Ferdows, una popular zona de esparcimiento con modernas cafeterías, pizzerías y hamburgueserías, llena de iraníes pasando la tarde de este jueves, equivalente al sábado occidental.
Allí un policía llamó la atención a una mujer sin velo que estaba sentada en la terraza de una cafetería, a lo que ésta respondió enfadada y siguió una fuerte discusión en la que el agente sacó un spray con el que amenazó a la joven.
Ante esto, uno de los agentes antidisturbios presentes se llevó al policía, a la vez que dieron órdenes de que los cafés quitasen las terrazas y cerrasen, algo que hicieron.
La mujer no era la única que llevaba el velo bajado en el área de restaurantes y jardines.
Siguiendo hacía el sur de la capital, camino del parque Mellat, popular entre las familias para pasear, la presencia de antidisturbios en motocicletas no disminuyó, tanto por las aceras como por las carreteras.
En un momento dado multitud de coches comenzaron a hacer sonar sus cláxones en Valiasr, una carretera de dos carriles, aunque el tráfico era fluido, en una aparente protesta.
En un trecho de unos dos kilómetros y medio se podían contar más de un centenar de efectivos de las fuerzas de seguridad, así como furgones policiales y hasta algún vehículo blindado.
En una esquina de una de las calles paralelas a Valiasr un pequeño grupo de jóvenes parecía preparado para protestar, pero desaparecieron ante la fuerte presencia policial.
En otras zonas de la ciudad el ambiente era menos tenso y la presencia policial menor o nula.
LAS AUTORIDADES DAN POR FINALIZADAS LAS PROTESTAS
Este tenso ambiente se da después de que el gobernador de la provincia de Teherán, Mohsen Mansouri, diese por finalizadas las protestas por la muerte de Mahsa Amini en la capital.
”Los recientes disturbios han terminado y Teherán es seguro desde hace varias noches”, dijo Mansouri, según medios locales.
Pero si las protestas están desapareciendo, los motivos de su irrupción siguen presentes y la tensión es palpable.
Amini fue detenida el martes 13 por la llamada Policía de la moral por considerar que llevaba mal puesto el velo islámico y fue trasladada a una comisaría para asistir a una sesión de «reeducación».
Murió el viernes 16 en el hospital adonde llegó en coma tras sufrir un ataque al corazón, que las autoridades han atribuido a problemas de salud, algo rechazado por la familia.
Las protestas se han repetido durante casi dos semanas en Irán y han perdido fuerza los últimos días ante la represión policial, las restricciones en internet y las detenciones de activistas y periodistas.
La Policía, junto con las basijis (milicias paramilitares leales al régimen iraní), ha reprimido las movilizaciones con el uso de porras, gases lacrimógenos, cañones de agua y, según la ONU, munición real.
La televisión estatal iraní afirmó hace cuatro días que 41 personas han fallecido, pero matizó que se trata de un recuento propio y no de las cifras oficiales.
Una ONG iraní con base en Oslo eleva los fallecidos a 76.
Anoche, el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, afirmó en una entrevista televisada que la «triste» muerte de Amini será investigada «hasta el final» y calificó las protestas de «disturbios inaceptables» y «caos».
Además, alabó a las fuerzas de seguridad por el trabajo realizado en los últimos días.
EFE