“Tenemos pocos resultados. No puede molestarse la Policía y el Ejército por sugerir dónde hay fallas”: Gobernador Luis Pérez

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Este miércoles 5 de diciembre, en la posesión de 188 nuevos jueces de paz que se realizó en el salón del Centro Administrativo Departamental, el gobernador Luis Pérez Gutiérrez hizo algunas precisiones sobre la carta que envió al presidente de la República, Iván Duque, y en la que manifiesta su inconformidad con la Policía Nacional en Antioquia.

“La carta no es porque me esté molestando sino me invitan a una inauguración. Estoy es expresando una necesidad”, dijo el gobernador ante los nuevos jueces de paz.

Añadió que la Gobernación de Antioquia es la entidad pública que más ha trabajado contra los cultivos ilícitos, que con su programa Antioquia Libre de Coca lucha contra ese flagelo y que siempre ha apoyado a la Policía y “la seguiremos apoyando”.

Aseguró que las herramientas que hoy aplica Colombia para erradicar los cultivos ilícitos son vetustas. “Y los resultados así lo dicen. Pasamos de 80 mil hectáreas sembradas con coca a 240 mil hectáreas. Y pasamos de que una hectárea producía dos kilos de coca y hoy una hectárea produce seis kilos de coca, es decir, los bandidos se han vuelto más competitivos que el Gobierno”, agregó Pérez.

“En el día de ayer se inició entonces un evento internacional y me pareció muy extraño y muy descortés que en un evento de la lucha contra las drogas no se haya tenido en cuenta a la Gobernación de Antioquia que es el único experimento interesante que hay en Colombia.
Lo demás es más de lo mismo de inefectivo e ineficiente”, expresó el gobernador.

Luis Pérez indicó que no se puede tener pena por señalarle a las fuerzas de seguridad dónde hay fallas, “cómo debemos mejorar, dónde somos eficientes”. Recordó que en temas como la minería ilegal, “uno ve máquinas, una actividad llena de dragas de 2.000 millones de pesos que no son de pobres y que no las detienen, uno tiene como gobernante que dar una explicación. Y no la tengo, no se sabe por qué no los cogen. Son muy pocos los resultados que tenemos en minería ilegal. Y no tiene por qué molestarse nuestra Policía y nuestro Ejército, tenemos es que sumar para poder resolver los problemas de seguridad”.

Asimismo, trajo a colación el paro en Urabá por el cobro de peajes, “que quemaron carros, que paralizaron la región, yo como Gobernador tenía que decirle a la Policía y al Ejército que no sentí que hubiese una acción inmediata y que era muy triste que las fuerzas de seguridad del Estado no conocieran de dónde había nacido el problema”.

Expuso que en Ituango, Norte de Antioquia, exactamente en Santa Rita, “nuestros policías estaban muy relacionados con los bandidos, pues yo tengo que decirlo para poder que superemos estos problemas”.

Y puntualizó. “La carta no es porque me esté molestando sino me invitan a una inauguración. Estoy es expresando una necesidad. Que se aclare este tipo de actividades donde nosotros no queremos sino ayudar y aportar a que este país viva en paz y que ojalá les demos cada día más duro a los delincuentes, a los ilegales, a los bandidos, que se han vuelto muy competitivos. Y si no nos unimos, si no innovamos, si no hacemos autocrítica, perdemos la guerra”.

Esta es la transcripción completa del discurso de aclaración de Luis Pérez:
“Necesitamos meterle más ciudadanía a la justicia. Le envié una carta al señor Presidente de la República sobre una contrariedad con la Policía Nacional. Y quiero hacerlo público para que no ocurran interpretaciones diferentes a las que quiero expresar.
En el día de ayer hubo un evento en la ciudad de Medellín que se llamó Congreso Internacional Antidrogas. Ese evento fue organizado hace mucho tiempo atrás por la Policía Nacional, no sé si en Bogotá o desde Medellín. Asumo que fue desde Bogotá.
La Gobernación de Antioquia es la entidad pública que más ha trabajado contra los cultivos ilícitos. Creo que es la única institución oficial que tiene estrategias, una que se llama Antioquia Libre de Coca, para luchar contra ese flagelo que es el más vergonzoso que tenemos en Colombia. Hemos apoyado a la Policía y la seguiremos apoyando; hemos apoyado al Ejército y lo seguiremos apoyando.
Pero estamos haciendo grandes inversiones para que a los campesinos les lleguen carreteras y carreteras pavimentadas y no sean sometidos a la presión económica de los narcotraficantes. Hemos invertido dineros en temas de seguridad y queremos también que se modernice la lucha contra los cultivos ilícitos. Sin ninguna pena he dicho que las herramientas que hoy aplica Colombia para erradicar los cultivos ilícitos son vetustas. Y los resultados así lo dicen. Pasamos de 80 mil hectáreas sembradas con coca a 240 mil hectáreas. Y pasamos de que una hectárea producía dos kilos de coca y hoy una hectárea produce seis kilos de coca, es decir, los bandidos se han vuelto más competitivos que el Gobierno. Por eso el Gobierno no puede seguir utilizando siempre unas estrategias que son fácilmente superadas por los delincuentes.
Por eso venimos buscando caminos sociales y caminos de fuerza. Buscando que los campesinos se dediquen a cultivos lícitos, buscando que les compremos a los campesinos su producción agrícola lícita en sus lugares de cultivo, abriéndoles carreteras, llevándoles hospital, educación y lo que falte en la zona. Pero también buscando que nos quitemos de encima ese estigma de la coca, porque Colombia hoy tiene el 70 % de los sembrados de coca en el planeta; eso es una vergüenza. Y si no nos modernizamos vamos a tener el 7 5%, y si no nos modernizamos vamos a tener el 80 %. Y si seguimos vetustos vamos a tener el 90 % y vamos a ser una vergüenza para la humanidad.
Por eso, como gobernador, he asumido muchos riesgos. Ustedes saben que luchar contra el narcotráfico es muy difícil y cuánta gente inclusive ha sido agredida, cuánta sangre se ha derramado en este país por resolver ese problema.
Nosotros lo hemos hecho con valor, sin miedo, pero innovando, buscando nuevas salidas.
Por eso se generó en Colombia una gran controversia cuando yo solicité que usáramos drones para fumigar los cultivos ilícitos. Y los drones han funcionado bien. Donde fumiga un dron se demora mucho tiempo en crecer nuevamente la coca. Hoy arrancamos a mano y a los dos meses otra vez está renaciendo la coca en esos lugares. Hoy arrancamos a mano cien hectáreas de coca y sesenta o setenta son resembradas: casi que estamos avanzando cero. Con los drones logramos avanzar, pero son lentos, no tienen la velocidad que necesitamos. Nos ayudan a superar un problema y es que cuando nuestros soldados y nuestros policías van a arrancar la coca, hemos tenido 32 heridos por las minas antipersona, porque los que están sembrando coca se están convirtiendo en criminales adicionales cuando le están poniendo minas antipersona a los sembrados de coca. Las minas son un asesino invisible, que no sabemos cuándo despierta.
Pues ahora con los drones se podrá fumigar en lugar de arrancar a mano y vamos a apoyar eso para que ningún soldado, ningún policía sufra y ponga en riesgo su vida y le traiga una desgracia a su familia.
Como los drones son lentos porque no fumigan sino tres a cinco hectáreas al día, yo he solicitado al Gobierno Nacional que nos autorice helicópteros de alta precisión.
Un helicóptero de alta precisión puede ser un aparato que fumigue entre 120 y 200 hectáreas al día. Eso nos ayudaría fácilmente a que en cuatro, cinco o seis meses tuviéramos a Antioquia casi libre de coca. Y que no haya tiempo de ser resembrada.
Todo eso trae muchas controversias. Aun así yo ayudo, sacrificando mi imagen, la buena opinión pública porque unos están a favor y otros no y yo he puesto la cara, como no la ha puesto nadie en Colombia, para que acudamos a métodos más modernos para acabar con estos sembrados de coca.
Es decir, que Antioquia es hoy el primer departamento, y creo que el único, que está buscando desesperadamente buscando innovar para acabar con este flagelo.
En el día de ayer se inició entonces un evento internacional y me pareció muy extraño y muy descortés que en un evento de la lucha contra las drogas no se haya tenido en cuenta a la Gobernación de Antioquia que es el único experimento interesante que hay en Colombia.
Lo demás es más de lo mismo de inefectivo e ineficiente. Y lo dicen los números, pasamos de 80 mil hectáreas a 240.000.
Y me pareció muy descortés porque un Gobernador de Antioquia sea el jefe de policía del territorio. Pero en la carta que le envié al Presidente yo no estoy reclamando que me lleven a dar conferencias allá. Yo me mantengo muy ocupado. No, yo quiero dar es otro mensaje, un mensaje muy distinto y por eso la carta va dirigida al señor presidente de la República.
El mensaje que quiero dar es el siguiente, ¿queremos que haya autocrítica o no en la seguridad?, ¿queremos decir o no la verdad sobre el problema de seguridad de Antioquia y de Colombia?, ¿queremos o no meterle más ciudadanía a la seguridad?
La seguridad no se resuelve solamente con la Policía, con el gobernador y con los alcaldes. Si a esto no le metemos más ciudadanía, más gente respaldando y apoyando los procesos y sobre todo más autocrítico. Tiene fallas el gobernador, tiene fallas el presidente, tienen fallas los presidentes de compañías y obviamente tiene fallas también la Policía y nuestro Ejército.
Y no nos puede dar pena estarle sugiriendo a nuestras fuerzas de seguridad dónde hay falla, cómo debemos mejorar, dónde somos eficientes. Y ese es el punto que yo quisiera hacer público, inclusive le conviene al país. Hacer un buen debate sobre este tema, porque cuando uno es gobernante y uno ve una minería ilegal llena de máquinas, de dragas de 2.000 millones de pesos que no son de pobres y que no las detienen, uno tiene como gobernante que dar una explicación. Y no la tiene, no sabe por qué no los cogen.
O cuando ocurrió el paro en Urabá de los peajes, que quemaron carros, que paralizaron la región, yo como Gobernador tenía que decirle a la Policía y al Ejército que no sentí que hubiese una acción inmediata y que era muy triste que las fuerzas de seguridad del Estado no conocieran de dónde había nacido el problema.
Como también he dicho que la lucha contra la minería ilegal no nos está dando resultados. Son muy pocos los resultados que tenemos. Y no tiene por qué molestarse nuestra Policía y nuestro Ejército, tenemos es que sumar para poder resolver los problemas de seguridad.
También les dije que los habitantes de Ituango me decían que en Santa Rita nuestros policías estaban muy relacionados con los bandidos, pues yo tengo que decirlo para poder que superemos estos problemas.
Recibo quejas permanentes del Centro de Medellín donde dicen que algunos policías en los parques, en el Parque Botero, en el Parque Berrío, se mantienen conversando con gente que después atraca a los ciudadanos. Yo tendría que decirlo. Y lo digo con el mayor ánimo: hoy no hay ningún amigo mayor de nuestra Policía y nuestro Ejército que este Gobernador. Apoyamos con recursos, con logística, con discurso, con todo, a nuestro Ejército y nuestra Policía.
Pero yo creo que hay que hacer un debate en Colombia y es si los ciudadanos podemos participar, si podemos hacer sugerencias, si podemos hacer críticas en una lucha muy grande que es contra los delincuentes. A mí me parece que no es correcto, que no es cortés ni es legal, que si hay un gobierno que está participando activamente, mostrando los errores y los problemas que tenemos en los resultados de seguridad, no me parece correcto que desde un alto mando se trate de aislar la actividad de un gobernante que sí trabaja con valor, que sí dice la verdad sobre los problemas que tenemos en la seguridad.
Y eso no lo pueden tomar como una molestia, eso lo tienen es que agradecer, porque si en verdad nuestro Ejército y nuestra Policía quieren la paz tienen que escuchar a nuestros ciudadanos, como me toca a mí. Ustedes ven, yo no voy a los municipios a pararme en un atril a que me aplaudan o a que me den champaña a las 11 de la mañana. Yo voy es abrazar la gente, a escucharla, a saber qué pasa, a dialogar con ellos y ahí es donde uno se entera de los problemas, de las quejas ciudadanas. A Ituango fuimos solamente a hablar con el párroco, con el rector del colegio, con los estudiantes, con los profesores y por eso detectamos tantas deficiencias que hay en la seguridad. Y eso lo único que tiene que hacer es dar alegría, que lleguen instrumentos para que mejoremos y para que avancemos.
Porque, ¿qué más explicación tiene un gobernador a la ciudadanía si tiene que quedarse callado.
Yo le he enviado esa carta al señor presidente de la República, para que nos diga si seguimos trabajando con valor. Y si ese trabajo sirve, lo seguiremos haciendo, pero si el Gobierno Nacional quiere un gobernante que no opine, que no diga dónde están los problemas de seguridad, que no diga dónde hay fallas en la seguridad de Antioquia, entonces que asuman esa tarea y cada que aquí haya un problema iremos a ponerle la queja.
Yo creo que ese es un problema que el país tiene que razonar. Y que hablemos con franqueza. Si nosotros tenemos que buscar que el ciudadano se sienta amigo de la Policía, que quiera al soldado, que lo defienda, que lo proteja, pero no queremos unas fuerzas de seguridad alejadas de la gente y alejadas de los gobernantes civiles. Necesitamos unidad, y en esa unidad necesitamos obviamente que nos digamos qué problemas tenemos los unos y los otros para poder avanzar.
Todos los días los periodistas le preguntan a uno sobre los problemas de seguridad. Y pues, habrá que responderles y cada vez tenemos que buscar más unidad entre la gente, entre los ciudadanos, nuestra Policía, nuestro Ejército, y obviamente los alcaldes y los gobernadores que somos en primera instancia quienes hacemos esos comentarios.
Por eso quería precisar, la carta no es porque me esté molestando sino me invitan a una inauguración. Es que yo lo que tengo es que estar bregando a ir a menos lugares porque no hay tiempo.
Estoy es expresando una necesidad, que haya una relación mucho más franca, más directa, entre los gobernantes civiles y los gobernantes de policía y militares para que tengamos mejores resultados. Si todos vamos con el mismo objetivo, no hay ninguna razón para que ninguna organización de seguridad se moleste porque haya alguna información especial donde diga que estamos fallando en algún tipo de actividad.
Lo mismo me ocurre con las obras públicas, cuando el ciudadano se queja porque hay un puente mal hecho, hay que ir a ver qué pasa allá, hay que corregir. Cuando me dicen que hay un problema en un colegio, hay que ir al colegio y corregir. Porque es una actividad natural de gobierno.
Por eso no se puede aislar a un gobernante o a un gobierno porque es franco, porque es directo y porque quiere acertar, porque quiere medir los resultados y porque quiere decir la verdad. Puede que no guste porque diga la verdad, pero a la verdad no se le puede odiar, está ahí, silenciosa, esperando que todos los ciudadanos la respaldemos y la saquemos adelante.
Entonces vale la pena aprovechar hoy la posesión en este acto tan importante de posesión de ustedes jueces de paz, para que se aclare este tipo de actividades donde nosotros no queremos sino ayudar y aportar a que este país viva en paz y que ojalá les demos cada día más duro a los delincuentes, a los ilegales, a los bandidos, que se han vuelto muy competitivos. Y si no nos unimos, si no innovamos, si no hacemos autocrítica, perdemos la guerra.
A ustedes queridas y queridos jueces de paz, felicitaciones y sobre todo un agradecimiento de todo corazón, porque van a ayudar mucho a la convivencia, van a resolver miles y miles de problemas que en otras instancias no se resolverían y le van a tender la mano a los ciudadanos y una justicia pronta, barata y ojalá justa, porque ustedes conocen muy bien los problemas de la comunidad. Muchas gracias y un abrazo para todos”.