Adiyaman (Turquía), 5 feb – Junto a tres inmensos campos de desplazados por el terremoto que hace justo un año devastó el sur de Turquía se levanta la nueva ciudad de Örenli, una de las cientos de poblaciones que el país eurasiático construye a contrarreloj para ofrecer un hogar permanente a los damnificados.
Örenli se ubica en la provincia de Adiyaman, una de las más castigadas por el seísmo, que causó unos 53.000 muertos, donde hay más de 118.000 desplazados que aún viven en las llamadas “ciudades contenedores”.
Ese es el eufemismo usado por las autoridades al referirse a los campamentos construidos en las once provincias afectadas, donde viven unas 680.000 personas repartidas en más de 215.000 casetas prefabricadas.
Para reubicar a los desplazados en «ciudades permanentes», las autoridades de Adiyaman prevén construir unas 44.350 viviendas nuevas, explicó el gobernador de Adiyaman, Osman Varol, en rueda de prensa en el marco de un viaje organizado por el Gobierno turco y al que EFE fue invitado.
Las primeras urbanizaciones
Alrededor de una plaza alargada en la que se levanta un parque infantil, tres canastas de baloncesto y varios aparatos para hacer ejercicio físico, se dispone una veintena de edificios de cinco plantas cada uno, listos para ser ocupados.
Ya están concluidos 1.689 apartamentos, mientras siguen los trabajos para construir en esta zona un total de 3.034 viviendas, que darán alojamiento a entre 9.000 y 12.000 personas.
Los trabajadores se afanan en concluir la carretera de asfalto que conduce al lugar, junto al que aún se amontona numeroso material de construcción para las edificaciones restantes.
La distribución de las casas, que en su fachada combinan el blanco con el azul, el amarillo, el verde y el naranja, se repite: salón, cocina, tres dormitorios, un baño, un aseo y una terraza.
El precio de estas viviendas, que se repartirán por sorteo, aún no ha sido anunciado por las autoridades, que prometen condiciones muy favorables, con préstamos sin intereses a 20 años y sin necesidad de adelantos ni pagos durante los 24 primeros meses.
La reconstrucción incluye pueblos y ciudades
Más allá de las nuevas construcciones urbanas, en las zonas rurales afectadas por el seísmo también se levantarán nuevos pueblos y barrios aledaños a las zonas castigadas por el temblor.
Es el caso de Akpinar, a unos 20 kilómetros al sur de Adiyaman capital, donde se han completado 29 viviendas individuales a poco menos de un kilómetro de la aldea, para albergar a los habitantes que no pueden regresar a sus hogares.
La distribución de estas casas unifamiliares de una sola planta, situadas a ambos lados de un camino y con una extensión de 120 metros cuadrados cada una, es similar a la de los apartamentos urbanos.
Todas cuentan con tres dormitorios, un salón cocina, dos baños y terraza, «según los estándares turcos», explica el vicegobernador de Adiyaman, Mehmet Tirli, a los periodistas.
Se trata de un diseño que se repite en otras edificaciones de otras provincias mostradas por las autoridades.
Todas ellas han sido proyectadas por la Administración de Fomento de la Vivienda de Turquía (TOKI), cuyas construcciones ganaron fama en el país por haber sido de las menos afectadas por el seísmo del 6 de febrero de 2023.
El nombre de TOKI y de la Autoridad para la Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), junto a las fotografías del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y del fundador de la Turquía moderna, Mustafa Kemal Atatürk, ocupan un espacio preeminente en todos los lugares visitados por la delegación compuesta por periodistas locales e internacionales.
Elecciones locales
El gobernador de Adiyaman aseguró que hace unos días se llevó a cabo el primer sorteo de apartamentos en Hatay, con diferencia la zona más castigada por el seísmo, y se espera pronto lo propio en Adiyaman, donde 115.00 edificios sufrieron algún tipo de daño, un 28 % del total de la provincia.
Este anuncio coincide con la visita del propio Erdogan a la zona devastada, con la promesa de entregar 75.000 viviendas a los habitantes de Hatay en los próximos dos meses y, a partir de entonces, de otras 15.000 cada mes.
El vicegobernador de Adiyaman rechazó hacer cualquier comentario sobre sí estos esfuerzos redoblados coincidiendo con el primer aniversario de la catástrofe o si están relacionados con las próximas elecciones locales, previstas para el 31 de marzo.
Las autoridades no ocultan su confianza en el trabajo hecho y no dudan en anunciarlo a bombo y platillo a los cuatro vientos, por lo que los comicios de marzo servirán para conocer el nivel de satisfacción de los damnificados con la gestión del Gobierno.
EFE
Jorge Fuentelsaz