El viernes 16 de febrero, sobre las 2:10 p.m., fue reportado un muerto en la comuna 10 – Candelaria, barrio Prado Centro, calle 64 con carrera 50. Investigadores de Corpades se dirigieron al sitio para reportar el hecho y tomar algunas fotografías, pero ya se había realizado la inspección técnica al cadáver. El sábado, a través de una fuente, confirmamos la identidad de la víctima que ocupó noticia en el diario Q’hubo. William Alexis Zapata Tamayo, cédula de ciudadanía 121.476.617.
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El solo nombre de William Alexis Zapata Tamayo no dice nada, de no ser porque desde Corpades lo teníamos identificado como un “testigo protegido” de la Fiscalía General de la Nación, denunciante de una poderosa estructura del crimen urbano asentada en el norte del Valle de Aburrá, que residía en un albergue con otros integrantes de su familia.
El Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia –SICS- reportó, en el informe diario del sábado 17, que un hombre, de entre 20 y 25 años de edad, fue asesinado en vía pública, y que no portaba documentos de identidad, por lo que no pudo ser identificado:
Siendo las 14:09 horas se realizó la inspección del cuerpo de un hombre no identificado, entre 20 a 25 años, tez morena, contextura delgada, 1.65 de estatura, quien vestía camiseta azul, jean azul claro y tenis rojos. Según información suministrada por la ciudadanía, la víctima iba caminando por vía pública y detrás de este venían unos sujetos que se movilizaban en una motocicleta, Discover, color negro, los cuales lograron alcanzar a la víctima, ocasionándole múltiples impactos con arma de fuego y huyendo inmediatamente del lugar. En el hecho resulta lesionado una persona de 47 años que transitaba por el sector.
Dos fuentes consultadas le confirmaron a Análisis Urbano que el cuerpo del homicidio ocurrido en Prado Centro correspondía a William Alexis Zapata Tamayo, quien residía en un albergue del centro de Medellín. Él y otro joven, que no acudió a una cita en la comuna 8, serían testigos en contra de la organización criminal y habrían entregado información en las más recientes capturas contra dicha banda. En represalia los habrían mandado matar a través de la Odín Caicedo, de la comuna 8 Villahermosa, a través de alias El Barbado.
El joven desaparecido, relataron algunos testigos, “llegó en el mes de enero con su compañera, se habría vuelto muy amigo de Alexis y de Amílkar, entonces hacían vueltas juntos. Salían siempre juntos. Alexis estaba extorsionando con Los Chamizos, los mismos que lo pelaron”, dijo una fuente que pidió reserva de su nombre.
Fuentes de la Fiscalía le confirmaron a Análisis Urbano que William Alexis sería testigo contra miembros del crimen urbano por un homicidio que se habría producido el día lunes 6 de marzo de 2017, en vía pública en el barrio San Joaquín, comuna 11 – Laureles-Estadio, a las 20:21 horas, ejecutado por dos sicarios que se movilizaban en una motocicleta, en donde habrían ultimado a un hombre de 28 años de edad que se movilizaba en un taxi.
La Corporación para la Paz y el Desarrollo Social –Corpades- tuvo conocimiento del grave riesgo en que se encontraban las personas que viven en dicho albergue en el mes de octubre de 2017, por lo que se le envió un oficio al Fiscal General de la Nación, con copia a la Secretaría de Seguridad y Convivencia, Procuraduría Provincial del Valle de Aburrá y la MEVAL, en donde expusimos:
El viernes 20 de octubre de 2017 a las dos de la tarde hicieron presencia en CORPADES cinco (5) adultos y un menor de edad, acompañado de su madre, quienes hicieron saber que son denunciantes de hechos delictivos de las organizaciones criminales de las comunas 1,2,5,6,7 que hacen presencia en la ciudad de Medellín.
[…]
Los denunciantes manifestaron que se encuentran en un albergue en la Comuna 10 – Candelaria, barrio Prado Centro (…) administrado por la Alcaldía de Medellín, en donde comparten espacio con otras familias, aproximadamente cien (100) personas, en donde conviven adultos, adultos mayores, jóvenes y niños.
Incluso, en el mismo escrito, denunciamos el grave riesgo en que se encontraban las personas que habían testificado en contra de estos criminales, lo cual se convierte en un elemento de peso, luego del asesinato de un testigo, para incrementarle la seguridad a dicho albergue:
Hemos tenido conocimiento que en el albergue de Prado Centro residen algunas personas que pertenecieron a la banda que opera en comuna 1 y 2, quienes sirven de testigos contra los jefes de la estructura criminal, lo cual pone en un riesgo inminente a las personas que han denunciado hechos que con de conocimiento de la Fiscalía y de los investigadores. Estas personas, según hemos conocido, consumen alucinógenos y cometen atropellos contra otros residentes.
Varios de los residentes en el albergue, ante el inminente riesgo en que se encontraban, tomaron la decisión de abandonarlo, por lo que el 3 de noviembre tomaron sus objetos personales y deambularon por la ciudad. Desde Corpades les hicimos el acompañamiento para interponer una Acción de Tutela, por estar siendo vulnerados los derechos de algunos menores, también protegidos. En el relato que fue consignado en la Tutela aparece el nombre de “Alexis”, quien estaría trabajando con alias El Barbado:
La Fiscal 18, Ana María Mesa Acosta, también fue enterada de la situación, por lo que en la Dirección de Fiscalías de Medellín no debe ser sorpresa el homicidio del testigo protegido que estuvo declarando en contra de esa estructura criminal.
De acuerdo a algunas fuentes “Alexis” habría salido del albergue sobre las 2:00 p.m., sin decir con quién se reuniría en la comuna 8, en donde al parecer habría sido citado por El Barbado, su socio, quien habría recibido la orden para ejecutarlo. Al verse en peligró huyó y fue ultimado por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta. De acuerdo a la nota del Q´hubo del sábado, medio a través del cual la familia se dio cuenta de su asesinato, porque no había llegado a dormir esa noche,
“(…) la víctima intentó meterse a una casa, pero no pudo, y fue ahí donde el man (sicario) le pegó el primero, entonces el pelao cayó, y el man fue y lo cogió a quemarropa”, explicó un residente de la zona, quien pidió encarecidamente no revelar su identidad por motivos de seguridad”.
¿Qué está pasando con los testigos protegidos que le sirven a la Fiscalía General de la Nación para proceder en la captura de los cabecillas y la desarticulación del crimen? Es inaceptable que el riesgo de los denunciantes se incremente en un espacio que debería ser seguro.
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