Testigos de mentiras nutren procesos judiciales presionados por autoridades

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Entre los meses noviembre y diciembre de 2017, fueron capturados por parte del Gaula Medellín varios ‘presuntos’ integrantes de una banda criminal que delinque en la comuna 16-Belén. En esa redada, como lo advirtió la Agencia de Prensa Análisis Urbano, cayó un líder comunal. Esta operación fue celebrada por la Dirección contra el Crimen Organizada, mostrando estas capturas como un gran golpe, cuando se trataba de un falso positivo judicial, como se demostrará en los próximos meses.

Investigadores de Análisis Urbano le han hecho seguimiento a las audiencias que se siguen contra dos acusados, uno detención intramural y otro en domiciliaria, quienes se encuentran en la etapa procesal de juicio. Lo que más sorprende es cómo testigos de la Fiscalía, al ser interrogados en presencia del juez, se retractan de lo dicho y denuncian presiones por parte de investigadores adscritos al despacho del fiscal que lleva el caso. Tuvimos acceso a algunas declaraciones en donde los testigos –de quienes reservamos el nombre- denuncian este tipo de presiones.

[El investigador] me mantiene amenazado diciéndome  […] que tengo que declarar a contra de un señor […] y que tengo que decir que es trabajador de [cabecilla] y que yo estoy amenazado por ellos dos […]. (Declaración testigo – denuncia Fiscalía).

El testigo que denuncia ser presionado por un investigador fue llevado a juicio para que confirmara la declaración que rindió ante los investigadores, pero cuál sería la sorpresa al denunciar presiones y amenazas, además de decir lo siguiente:

[El investigador] me dijo que tenía que firmar otros papeles en contra del [acusado], que dijera que él era trabajador de [nombre de cabecilla] y que tenía que estar en el juicio o una audiencia para reafirmar todo. Me dijo que no me podía ir sin firmar eso y que él tenía testigos para condenarme si yo no le firmaba.

La ‘fábrica de testigos’ que opera por parte de los investigadores de algunos fiscales queda el descubierto con afirmaciones de testigos que van a juicio, quienes han dicho:

[El investigador] me dijo que consiguiera un muchacho que le sirviera como testigo que porque [el acusado] le metió unos tiros en los pies a un reciclador y no lo han podido ubicar y que uno parecido le sirve. Que él le da la liga”.

¿Simular un hecho criminal para crearle un prontuario a un inocente? Ahí no paran las sorpresas. Corpades y Análisis Urbano han recibido denuncias que vinculan a investigadores de los fiscales contra el crimen organizado con bandas criminales, teniendo un relacionamiento de tanta confianza que hacen parte de la nómina, mantienes relaciones sentimentales con familiares de cabecillas y venden información relacionada con órdenes de captura. Así opera le facción ilegal de la justicia.

La ‘fábrica de testigos’, de acuerdo a documentos en poder a Análisis Urbano, comienza desde el reconocimiento de los presuntos delincuentes, quienes terminarían siendo señalados –lo dicen los testigos- sin conocerlos, con alias falsos y acciones falsas, solamente para mostrar positivos por parte de las autoridades judiciales. Así lo declaró un testigo:

 El [investigador] me dijo que si yo conocía gente [de un barrio] Le dijo que no. Él me dijo que así no los conociera que más adelante para que señalara gente si yo quería recibir alguna ayuda económica. Que él me mostraba unas fotos y me decía lo que tenía que declarar para poder recibir ayuda.

 […] los señalamientos los hice porque [el investigador] dos días antes me capacitó me llevaba a unos restaurantes cercanos [a su oficina] y me citó y me mostró cada hoja con 8 planillas de fotografías y en cada planilla me decía que me aprendiera el nombre y el número de la foto y que tenía que decir lo que él me dijera […] y que estuviera piloso con eso porque la cita era al siguiente día con una Procuradora de la Nación al señalamiento que no se me olvidara nada de lo que me había explicado porque él delante de ella no podía decirme nada ni hacerme ninguna seña y que tuviera mucho cuidado porque ahí estaba en juego [mi] protección […] y mi libertad.

Estas prácticas de presión, contra testigos de cargo de la Fiscalía, quedan al descubierto en las audiencias de juicio, en donde los jueces pueden cómo los testigos se retractan y denuncian presiones por parte de los investigadores.

En una audiencia de los últimos días, un testigo de la Fiscalía, recluido en una cárcel de mediana seguridad en donde purga una pena por el delito de concierto para delinquir, serviría para identificar si un acusado era parte de una banda criminal. Al ser interrogado por el fiscal negó todo lo dicho en la declaración que obra como prueba, así como lo consignado en el acta de reconocimiento, que incluso aparecía firmada por una delegada de la Procuraduría. El condenado manifestó que fue presionado por el investigador para que declarara en contra de un ciudadano sin antecedentes, siendo amenazado de imputarle un delito que agravara su situación jurídica. Si el delito era simple él podría agravárselo para que recibiera una condena más alta.

Incluso, denuncias realizadas por personas que buscan se resuelva quién cometió un asesinato –una denuncia que conocimos-, fueron manipuladas, como lo manifestaron los mismos denunciantes, quienes sorpresivamente fueron vinculados como testigos de cargo en un proceso penal contra una persona que no denunciaron:

 ¿Qué denunció usted ante el GAULA? Denunciamos el homicidio de mi hermano. / ¿Quién le recibió la declaración? El investigador. / ¿Usted denunció a C. P. y a A. M.? No / ¿Entonces por qué aparecen en su declaración? Nosotros nunca los mencionamos. / ¿Cree usted que su declaración fue manipulada? Sí. / Si nosotros hubiéramos señalado a C. P. y A. M. no estaríamos rindiendo esta declaración. / ¿Conocen ustedes a A. M.? No lo conocemos. / ¿Tiene algo más para agregar? Ellos son personas inocentes de eso. No recibimos copia de la denuncia que pusimos […] por el homicidio de mi hermano […] No notamos nada raro en la declaración. Sí vimos que estaba muy largo, eran varias páginas, pero en ningún momento nosotros […] denunciamos a C. P. y a A. M. / ¿Están ustedes dispuestos a desmentir la declaración que aparece con su firma y que presuntamente hicieron ante el investigador? Sí.

 Varios de los capturados, presentados ante jueces de control de garantías como integrantes de bandas, manifestaron al ser entrevistados por investigadores de Análisis Urbano, que aceptaron los cargos imputados y se allanaron, con lo cual recibieron el 50% de rebaja en la pena a imponer. ¿Por qué lo hicieron? La respuesta preocupa: “no teníamos cómo pagar un investigador, a pesar de tener un abogado asignado por el Estado”. Son jóvenes entre los 18 y 25 años, no aparentan más edad, que han crecido en las comunas de Medellín en medio del conflicto. Muchos de ellos hacen parte de ‘parches’ de jóvenes, son consumidores de alucinógenos, y aunque no pertenezcan a la banda son identificados por los investigadores como integrantes y potenciales sicarios. Por algo en el derecho se llama a algunos jueces y fiscales “lombrosianos”, dado que juzgan por la condición física o la apariencia del sindicado.

¿Quién responde por los ‘falsos positivos judiciales’? El crimen en Medellín no da abasto, por lo que la carga laboral de los fiscales de la Unidad contra el Crimen Organizado es alta, lo cual no entendible por qué habiendo tanto delincuente con prontuarios como sicarios y cabecillas, se empeñan en legalizar capturas de personas que los jueces declararán inocentes, dejando al descubiertos las pruebas fabricadas y la manipulación de testigos.