Washington, 7 de septiembre de 2021 – El gobernador de Texas (EE.UU.), el republicano Greg Abbott, firmó este martes una ley que restringe el derecho al voto en el estado, convertido en laboratorio de políticas conservadoras en el país de cara a las elecciones de medio mandato de 2022.
Abbott rubricó la legislación -símbolo de la ofensiva republicana para reducir la participación con la excusa del fraude electoral- con un bolígrafo blanco y recibió automáticamente un gran aplauso por parte de los presentes en un acto en la ciudad de Tyler (Texas).
Este era el último paso que se necesitaba para la entrada en vigor de la conocida como ley «S.B.1», que en la práctica restringirá el sufragio en Texas a grupos que votan por los demócratas en mayor proporción, como las minorías hispana y afroamericana y las personas de bajos ingresos.
La ley también afectará negativamente a quienes no dominan el inglés o a las personas con discapacidad.
UNA LEY QUE «PROTEGE» EL DERECHO AL VOTO PARA LOS REPUBLICANOS
Abbott, sin embargo, defendió que la legislación «protege» el derecho al voto y la integridad del proceso electoral de Texas para evitar que se cometa fraude. «Esta ley hará más difícil que se emitan votos fraudulentos», afirmó.
El gobernador compareció junto a un grupo de funcionarios republicanos -casi todos hombres-, que fueron hablando sobre su experiencia en el proceso electoral.
Todos ellos insistieron en que la ley se lo pondrá más difícil a «los malos actores» para cometer fraude y a aquellos que quieren «engañar».
Además, arremetieron contra los medios de comunicación «de izquierda» que han documentado cómo la legislación reducirá la participación electoral.
En concreto, la ley «S.B.1» dará una mayor autoridad a los observadores de partidos políticos que acuden a los centros de votación y hará el voto por correo más difícil, por ejemplo imputando por la vía penal a los funcionarios que envíen papeletas por correo a los electores que no lo hayan solicitado.
También limita el tipo de asistencia que se puede prestar a los votantes con discapacidad o a aquellos que no dominan perfectamente en inglés y que, hasta ahora, tenían derecho a esa ayuda.
OBSTÁCULOS PARA QUE LAS MINORÍAS VOTEN
Asimismo, la nueva ley prohíbe que se vote desde el vehículo, una modalidad sobre todo utilizada por electores afroamericanos o hispanos en algunos condados texanos durante la pandemia.
La aprobación de la norma llega después de una agria batalla política que incluyó la huida de Texas de más de 50 legisladores demócratas de la Cámara Baja estatal, que al salir del estado rompieron el quórum necesario y bloquearon la aprobación del proyecto de ley durante unas semanas.
Al final, los demócratas tuvieron que volver a Texas y los republicanos, con mayoría en las dos cámaras del Parlamento estatal, sacaron adelante la legislación.
Esta ley forma parte de una ofensiva de estados gobernados por republicanos para restringir el voto.
Durante la pandemia, muchos territorios flexibilizaron los requisitos para votar por correo o por adelantado, lo que provocó un récord de participación en 2020 y alimentó teorías de conspiración entre el entonces presidente, Donald Trump (2017-2021), y sus seguidores sobre un supuesto fraude masivo en las urnas, desestimado por los tribunales por falta de pruebas.
Desde las elecciones de noviembre de 2020, los republicanos han presentado al menos 216 proyectos de ley en 41 estados para restringir el acceso al voto.
De esos proyectos, un total de 24 ya estaban probados a mediados de julio, según la organización no partidista States United Democracy Center, dedicada a proteger el sufragio.
La aprobación de diferentes legislaciones sobre el derecho al voto es posible en Estados Unidos porque no existe un sistema central y cada estado fija sus propias normas.
UNA AGENDA CONSERVADORA PARA TEXAS
En los últimos meses, Abbott ha dado señales de cuáles iban a ser sus prioridades legislativas, reflejo de una agenda conservadora y con la vista puesta en los comicios de medio mandato del próximo año.
El miércoles pasado, entró en vigor en Texas una de sus leyes estrella que prácticamente prohíbe el aborto, ya que veta este tipo de intervención desde las seis semanas de embarazo, cuando se puede detectar el latido del corazón del feto, aunque muchas madres ni siquiera sabe si están en ese estado.
Por otro lado, desde este mes en Texas se permite que los ciudadanos lleven pistolas y revólveres sin necesidad de obtener una licencia o recibir capacitación, gracias a otra ley firmada en junio por Abbott.
En paralelo, en el Congreso estatal se está debatiendo sobre la posible imposición de restricciones a alumnos transgénero para que no participen en los equipos deportivos de las escuelas.
EFE