Buenos Aires, 8 de octubre de 2021.- La tradición, los grandes campos, los caballos genéticamente superiores y el amor por el deporte ecuestre: esas son algunas de las claves del éxito del polo argentino, el mejor del mundo, según explicaron a Efe el presidente de la Asociación Argentina de Polo, Delfín Uranga, y dos estrellas mundiales como Gonzalo Pieres (hijo) y Juan Martín Nero.
«Es una combinación de muchas cosas, es muy natural acá jugar al deporte, es más fácil y más accesible que en otros lugares, tenemos un capital genético de caballos que es muy bueno», dijo a Efe Uranga desde el Campo Argentino de Polo de Buenos Aires.
«El caballo tiene un impacto muy grande en el deporte y tener buenos caballos te hace jugar mejor y a su vez te permite jugar contra los mejores. Jugar entre los mejores hace que todos mejoren. Lo que tenemos que hacer es que los distintos jugadores profesionales del mundo vengan a jugar ahora acá, como está empezando a pasar, para que el polo a nivel mundial mejore», añadió.
El polo fue olímpico en cinco Juegos: París 1900, Londres 1908, Amberes 1920, París 1924 y Berlín 1936.
Argentina ganó la medalla dorada en las últimas dos ediciones y desde entonces su dominio en este deporte fue total.
El país sudamericano es también, con cinco títulos y un subcampeonato, el máximo ganador del Campeonato Mundial de polo, que se juega con un límite de handicap de 14 para que Argentina no arrolle a sus rivales.
Pero para Delfín Uranga, hijo de Marcos Uranga -fundador y primer presidente de la Federación Internacional de Polo (1982-1997)-, que Argentina tenga «un predominio tan grande» en este deporte «no es lo mejor».
Por eso, alienta a que jugadores de Inglaterra, Estados Unidos, España y Brasil vengan a jugar a Argentina para que «se desarrollen y crezcan».
AMBICIÓN Y DEDICACIÓN, LAS CLAVES DE GONZALO PIERES
Según el argentino Gonzalo Pieres (hijo), uno de los mejores jugadores del mundo, los polistas locales sobresalen principalmente gracias a la «ambición».
«Uno cuando arranca de chico tiene muchos sueños: ganar el Abierto, llegar a diez goles (de handicap), tener una linda trayectoria. Nos veo a los polistas argentinos más profesionales y más enfocados a una meta, con más sacrificio», sostuvo el polista de Johor Ellerstina a Efe.
«Obviamente que tener más campo y más caballos influye, pero con respecto a los otros polistas creo que la clave es la dedicación», añadió.
LA VISIÓN DE JUAN MARTÍN NERO
Para Juan Martín Nero, reconocido jugador de RS Murus Sanctus que brilló en el mítico equipo La Dolfina, lo que pasa en Argentina con el polo es «algo único», porque es «por lejos el país en el que más y mejores jugadores hay».
«Debe haber muchos factores. Acá se puede jugar todo el año, en otros países te agarra un invierno o un verano que por frío o por calor no podés hacer deporte. Acá el polo tiene bastante relación con el campo, con los caballos, hay bastante campo y sobre todo en el interior es un poco más simple y más barato jugarlo», sostuvo.
«Por ahí si sos del interior y tenés un amigo que tiene un campo con un caballo y por ahí no es tan caro como si vivís en Europa, que es más caro porque la superficie es más chica y eso hace que sea más dificultoso», analizó.
LA TRIPLE CORONA, EL MEJOR POLO DEL MUNDO
Esta semana comenzó a disputarse en Argentina el Abierto de Tortugas, que junto al de Hurlingham y al de Palermo conforman la Triple Corona, los torneos interclubes más importantes del mundo.
«Para la Triple Corona es un año muy particular, hay nuevos equipos, se desarmó un equipo emblemático como La Dolfina. Se separaron en varios equipos y al no saber quién va a ganar se genera la expectativa de un torneo distinto», sostuvo Uranga.
«Por primera vez en la vida lo estamos organizando conjuntamente entre Tortugas, Hurlingham y Palermo. Fue un lindo desafío ponerse de acuerdo y valoro esta idea de trabajar unidos. Eso también va a ayudar a que la Triple Corona de este año sea un gran éxito», indicó el también expolista, que este año asumió como presidente de la Asociación Argentina de Polo.
Sebastián Meresman
EFE