La Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín confirmó la sentencia de 30 años de prisión en contra de Kimberly Cristina Macías Upegui y Nury Estella Hernández Quintero, por el homicidio de Daniel Rendón Areiza, de 26 años de edad.
El 2 de octubre de 2016, en un apartamento del barrio Robledo de la capital antioqueña, las autoridades encontraron a la víctima esposada a un tubo, con signos de asfixia mecánica y heridas producidas por un arma corto contundente en la cabeza.
En el lugar fueron encontrados papel chicle, usado para amordazar a la víctima, cinta de enmascarar y un hacha impregnada de sangre.
Un día antes de los hechos, Hernández Quintero y Macías Upegui, quien tiene una hija de 9 años con el hoy occiso, alquilaron el inmueble donde se cometió el homicidio para realizar un supuesto estudio demográfico para una entidad del estado.
Los investigadores establecieron que las mujeres pretendían ocultar el cuerpo sin vida del hombre, pero ese domingo había jornada electoral en el país y frente al inmueble donde ocurrieron los hechos se ubicaba un puesto de votación, por lo tanto estaba custodiado por policías y otras autoridades, y cuya presencia obligó a las mujeres a dejar el cadáver en la vivienda.
De acuerdo a la investigación adelantada por una fiscal de la Unidad de Vida, la víctima no estaba de acuerdo con la relación homosexual de su expareja y se oponía a que su hija viviera en ese contexto.
El propietario del apartamento declaró a la Fiscalía que el mismo día del crimen, las arrendatarias lo llamaron y le advirtieron que iba a encontrar algo en la vivienda pero que no podía avisar a las autoridades o correría la misma suerte.
Macías Upegui y Hernández Quintero fueron sentenciadas por el delito de homicidio simple.