Ucrania expone la debilidad de Rusia en la frontera con el respaldo de Occidente

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Miembros del Partido Comunista Ruso sostienen banderas rojas y una pancarta con las palabras '¡Madres de Rusia contra la política agresiva de la Unión Europea y el bloque de la OTAN! ¡La victoria será nuestra!' Durante una manifestación frente al edificio de la Delegación de la Unión Europea en la Federación de Rusia en Moscú, Rusia, el 8 de agosto de 2024. Los comunistas rusos celebran una manifestación en apoyo de la "Operación Militar Especial" de Rusia en Ucrania y protestan contra la política de la Unión Europea. (Protestas, Rusia, Ucrania, Moscú) EFE/EPA/YURI KOCHETKOV

Moscú, 8 de agosto de 2024.- El ejército ruso ha movilizado toda su artillería pesada y su aviación para expulsar a las tropas ucranianas que penetraron hace tres días en su territorio, mostrando su debilidad defensiva en la frontera ante una operación que ha recibido el respaldo de Occidente.

«Se han rechazado los intentos de algunas unidades (ucranianas) de adentrarse profundamente en territorio (ruso) en el sector de Kursk», reconoció hoy el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.

El jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, prometió «la derrota aplastante del enemigo», pero ésta está aún muy lejos de llegar, lo que ha encendido el alarmismo en las redes sociales y entre la oposición, que responsabiliza al presidente, Vladímir Putin, por su «sangrienta aventura» en Ucrania.

Ucrania no ha reivindicado oficialmente la mayor incursión desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, pero Kiev insinuó el jueves que no hay mejor forma de obligar al Kremlin a negociar la paz que golpeándole donde más le duele.

Un agujero en la frontera rusa

Tanto Defensa como las autoridades regionales admitieron que los combates continúan por tercera jornada consecutiva en los distritos de Sudzha y Kórenevo, que se encuentran a varios kilómetros de la frontera.

El Gobierno de Kursk aseguró el jueves al Canal Uno que «el enemigo no ha avanzado ni un metro, al contrario, se está retirando», pero los partes militares y los blogueros cercanos al Kremlin lo desmienten.

Estos últimos insisten en que el enemigo se ha hecho con el control de un puesto fronterizo, donde tomaron prisioneros a varias decenas de soldados rusos -incluido jóvenes reclutas-, y sigue avanzando por carretera hacia otras localidades de la zona, a una profundidad de diez kilómetros.

Según el Instituto de Estudio de la Guerra (ISW), que cita fuentes rusas, los ucranianos controlarían 45 kilómetros cuadrados, superficie que incluiría más de una decena de localidades.

Los ucranianos también tomaron el gasómetro de Sudzha, el tanque que mide el flujo de gas que circula por territorio ucraniano con destino a los clientes europeos, aunque el consorcio Gazprom informó hoy que sigue bombeando ese carburante a través de Ucrania.

Los blogueros también han cargado por primera vez las tintas contra el nuevo ministro de Defensa, Andréi Beloúsov, al que acusan de descuidar la protección de la frontera, cuando era conocida la concentración de las tropas enemigas a escasos kilómetros de territorio ruso, y le conminan a castigar a los oficiales incompetentes.

El Kremlin bombardea su propio territorio

El Ejército ruso recurrió hoy a los cazabombarderos Su-34 para golpear en Kursk, escenario de la mayor batalla de tanques de la Segunda Guerra Mundial, las posiciones de las unidades ucranianas que cruzaron la frontera común.

Según Defensa, los Su-34 emplearon bombas aéreas FAB-500, las que habitualmente utiliza Moscú para martillear territorio ucraniano, para lanzar «ataques precisos desde una distancia segura» de la zona de combates.

Por su parte, la agrupación Séver (Norte) atacó las posiciones de seis brigadas mecanizadas enemigas en Kursk, pero también en las vecinas regiones de Járkov y Sumi, donde Kiev habría sufrido 415 bajas, además de la destrucción de cuatro tanques, una treintena de blindados y vehículos militares.

En un intento de frenar el pánico -han muerto cinco civiles y otra treintena resultaron heridos-, Putin interrumpió sus vacaciones para celebrar hoy una reunión por videoconferencia con el gobernador en funciones de Kursk, Alexéi Smirnov, quien declaró la víspera el estado de emergencia.

Obligar a Rusia a negociar la paz

El asesor presidencial ucraniano, Mijailo Podoliak, admitió de manera sutil el papel de Kiev en la incursión al reconocer su «efectividad» y asegurar que Rusia sólo aceptará negociar la paz «si entiende que las pérdidas en esta guerra son inimaginables y que el precio de la guerra ya es inasumible».

«De cara a la segunda cumbre de la paz, para que ella (Rusia) llegue allí, se comporte de manera más o menos adecuada (…) y no actúe con arrogancia, lo que es propio de la política exterior rusa, es necesario que funcionen los instrumentos de coerción», señaló.

Añadió: «Hoy tienen una guerra que poco a poco profundiza en la Federación Rusia. ¿Les asustará? Sí. ¿Reaccionan a algo que no sea el miedo? No», dijo.

Al respecto, la Comisión Europea defendió este jueves que, «según el derecho internacional, Ucrania tiene derecho a defenderse y eso incluye golpear al enemigo en su territorio».

«En el marco de este derecho legítimo a defenderse, Ucrania está facultada para golpear a su enemigo donde crea necesario en su territorio, pero también en el territorio del enemigo», afirmó Peter Stano, portavoz del jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell.

EFE