Copenhague, 21 ene- Un ultraderechista sueco-danés quemó hoy un ejemplar del Corán ante la sede la embajada de Turquía en Estocolmo, en un acto que provocó las protestas del Gobierno turco.
Turquía había presionado ante Suecia para que impidieran el acto, que fue autorizado ya que no viola las leyes de este país. En las horas precedentes a la manifestación convocaron al embajador de Suecia en Ankara y cancelaron una visita del ministro de Defensa sueco en la que se iba a discutir el veto de Turquía a la entrada del país escandinavo a la OTAN.
Durante el acto, que duró alrededor de una hora y fue retransmitido por redes sociales, el ultra Rasmus Paludan, defendió su derecho a la libertad de expresión, atacó al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y la política migratoria sueca, además de exhibir un dibujo que ironizaba con la sexualidad del profeta Mahoma.
Paludan, un abogado danés que también tiene nacionalidad sueca, se convirtió hace unos años en un fenómeno en redes sociales en Dinamarca por sus polémicas quemas del Corán en barrios de inmigrantes, y su partido, Rumbo Firme, se quedó a décimas de entrar en el Parlamento en las legislativas de 2019.
Tras varias penas menores por delitos de racismo y una prohibición de las autoridades electorales danesas por manipular declaraciones de votantes, Paludan probó suerte en Suecia, donde ha protagonizado actos similares, que originaron disturbios la pasada Semana Santa.
El acto de Paludan coincidió con otro de una organización proturca, mientras medio centenar de personas, convocadas por grupos kurdos, se manifestaron en Estocolmo contra el ingreso en la OTAN de Suecia.
Ankara ya había convocado la semana pasada al embajador sueco después de que un grupo kurdo hiciera una ejecución simbólica en Estocolmo de un muñeco que representaba a Erdogan, calificada de «muy grave» por el primer ministro sueco, Ulf Kristersson.
La Fiscalía sueco cerró el caso al considerar que los hechos no constituyen un delito.
La intervención militar rusa en Ucrania provocó en 2022 que Suecia, junto con la vecina Finlandia, acabaran con su no alineamiento militar y solicitaran el ingreso en la OTAN, que fue aprobado en la pasada cumbre de la Alianza, celebrada a finales de junio en Madrid.
La entrada de ambos países está pendiente del visto bueno de Turquía, que levantó a última hora su veto a cambio de ciertas condiciones, plasmadas en un acuerdo, mientras las partes continúan negociando.
Ankara presiona a ambos países para que tomen medidas drásticas contra grupos kurdos que califica de «terroristas», en especial a Suecia, que cuenta con una importante comunidad de origen kurdo, y reclama la extradición de residentes en ese país que apoyan la causa kurda. EFE