Leópolis (Ucrania), 27 de junio de 2023.- Más de 160 animales han sido rescatados en Jersón por el equipo del refugio «Domivka Shelter» de Leópolis, que acudió rápidamente a la ciudad ucraniana inundada tras la destrucción de la presa de Kajovka, con lo que el número total de animales salvados por ellos desde el inicio de la invasión rusa alcanza los 6.000.
Un total de 72 perros y 96 gatos han encontrado su hogar temporal en la ucraniana Leópolis, a unos 900 kilómetros de distancia de donde vivían.
OPERACIÓN RESCATE: DESAFIANDO LA INUNDACIÓN Y LOS BOMBARDEOS
Cuando el equipo del «Domivka Shelter», también conocido como el «Hogar de los animales rescatados», supo del desastre que sacudió a la región de Jersón se preparó rápidamente para el viaje y llegó a esa ciudad del frente al día siguiente.
«Cientos de animales agotados y asustados necesitaban nuestra ayuda», dijo a EFE Victoria Stasiv, de 21 años y que dirige el refugio.
Se reunieron alimentos, lanchas hinchables y ayuda humanitaria desde el origen o por el camino a Jersón, al tiempo que se iban instalando nuevos recintos rápidamente en el refugio.
Mientras el equipo remaba por la ciudad inundada, rescataba animales callejeros y mascotas de las calles y también de las viviendas abandonadas por sus propietarios y de establecimientos locales que ya los habían recogido anteriormente.
Volodymyr estaba al volante de uno de los vehículos del refugio durante la operación de rescate.
Preguntado por si pensó sobre el riesgo de ir a salvar animales tan cerca del frente, con la ciudad bombardeada por Rusia a pesar de estar sumergida bajo las aguas de la inundación, se encoge de hombros y sonríe.
Él mismo procede de la parte ocupada de la región de Jersón y había evacuado cinco de sus perros de la zona. Desde entonces ha ayudado a cuidar a cientos de animales en el refugio.
LA RECUPERACIÓN LLEVARÁ TIEMPO
Hay tantos animales aquí que la mayor parte de los espacios tienen que compartirlo varios perros y se pide a los vecinos que acudan todo lo que puedan para pasearlos en un parque cercano.
A los gatos se les somete a una cuarentena de catorce días en un espacio aparte. Cuando termina se les suelta en una habitación común donde se quedan hasta que les adoptan.
LOS ANIMALES SE RECUPERAN, ALGUNOS MÁS RÁPIDO QUE OTROS
Todos los gatos recibieron tratamiento contra la conjuntivitis ya que sus ojos sufrieron por el contacto prolongado con el agua, cuenta Victoria.
Algunos perros todavía están demasiado impactados como para dejar sus recintos, donde están acostados sin emitir sonido alguno.
Se les presta cuidados pero el trauma psicológico y físico puede que les acompañe de por vida, lamenta Victoria.
Un perro rescatado que perdió una pata por el fragmento de un misil ruso en Járkiv el año pasado todavía se asusta cuando oye un trueno.
MILES DE ANIMALES RESCATADOS
El daño ecológico por la destrucción de la presa de Kajovka es el último ejemplo del perjuicio continuado a la naturaleza en Ucrania por la invasión rusa.
Antes de la invasión el «Domivka Shelter» solo se ocupaba de animales salvajes que habían resultado heridos, estaban enfermos o habían sido rescatados de dueños que les maltrataban.
Pero no podía ignorar el destino de miles de mascotas o animales de zoológicos una vez que comenzó la invasión, reconoce Victoria.
Muchos dueños que huían de la guerra en trenes abarrotados y se alojaban en escuelas y bibliotecas abarrotadas suplicaban que se cuidara a sus animales pero muchos no tenían más remedio que aceptar abandonarlos.
Como consecuencia de ello zorros, mapaches y cigüeñas han tenido que compartir el refugio con caballos, perros y gatos rescatados.
En una sección separada se ha puesto a los animales del zoo de Zaporiyia, como crocodilos y llamas, a los que se tuvo que rescatar de los ataques con misiles.
«Desde el inicio de la invasión más de 6.000 animales han pasado por el refugio», comenta Victoria.
El refugio depende de donaciones de voluntarios locales y del extranjero pero no es suficiente frente al enorme desafío, añade.
Preguntada por cómo encuentra su equipo la voluntad y la fuerza para ayudar a los animales en medio de las dificultades de la guerra, Victoria responde: «¿Si no somos nosotros, quién les va a ayudar?».
Rostyslav Averchuk
EFE