Moscú, 26 mayo.- Un avión de Belavia que cubría la ruta Minsk-Barcelona, tuvo que dar la vuelta hoy debido a que las autoridades de aviación francesas «desactivaron» el plan de vuelo después de que la Unión Europea decidiera el lunes cerrar el espacio aéreo a la aerolínea estatal bielorrusa.
«La aerolínea debía operar el vuelo B2869 en la ruta Minsk-Barcelona-Minsk. Había 54 pasajeros a bordo del Embraer 195. Belavia tenía todas las autorizaciones para este vuelo. El avión despegó del aeropuerto a la hora prevista», señaló la compañía en un comunicado.
«Sin embargo, (…) tres minutos después del despegue, las autoridades francesas de aviación manualmente desactivaron el plan de vuelo sin notificar a la aerolínea», añadió.
Esa información fue trasladada al piloto por parte del control de tráfico aéreo de Polonia mientras el avión ganaba altura.
Los intentos de cambiar la ruta en el aire a través de la gestora del tráfico aéreo de Marsella o de sobrevolar aguas neutrales «no llevaron a un resultado positivo», prosiguió Belavia.
«Es más, el controlador francés se refirió a una orden verbal del primer ministro francés», indicó la aerolínea.
«Quisiéramos destacar que la prohibición de vuelos entre Minsk y París recibida antes por las autoridades de aviación francesas no incluía inicialmente un veto al sobrevuelo del espacio aéreo francés», sostiene.
Explica que no recibió una información actualizada al respecto hasta las 15.16 de hoy.
Por ello, el «avión estuvo esperando en el aire durante alrededor de dos horas antes de regresar a Minsk», motivo por el cual se puede apreciar en el servicio de seguimiento de vuelos Flightradar24 varios giros antes del aterrizaje en el aeropuerto de la capital bielorrusa.
Los líderes de la Unión Europea (UE) aprobaron este lunes nuevas sanciones a Bielorrusia, después de que las autoridades bielorrusas desviaran el domingo con el argumento de una supuesta amenaza de bomba un vuelo de Ryanair que cubría la ruta Atenas-Vilna al aeropuerto de Minsk para detener al periodista opositor Román Protasevich.
En concreto, acordaron cerrar el espacio aéreo comunitario a las compañías de Bielorrusia, así como prohibirles aterrizar en aeropuertos de la UE, y pidieron a las compañías europeas que eviten sobrevolar ese país.
El Ministerio de Exteriores de Bielorrusia se mostró «absolutamente indignado» por lo ocurrido con el vuelo.
Su portavoz, Anatoli Glaz, dijo que, «para ser honesto, esto es prácticamente piratería aérea».
«La realidad es que el avión con pasajeros a bordo despegó y, a pesar de la ausencia de medidas restrictivas por parte de las autoridades españolas, los servicios de aviación, en primer lugar de Francia, cierran el espacio durante el vuelo», dijo.
Indicó asimismo, que el artículo 87 del Convenio de Chicago establece que las medidas restrictivas contra las aerolíneas solo son posibles por decisión del Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y que, «hasta donde sabemos, no tomó ninguna decisión de ese tipo» aún.