A un pabellón especial para asesinos en serie, “verdugos” de niños o aquellos que cometen los crímenes más espeluznantes, sanguinarios y macabros, en suma, para lo peor de la sociedad, allá, a ese sitio, fue trasladado Rafael Uribe Noguera, condenado por el homicidio de la pequeña Yuliana Samboní.
En esa prisión también se encuentra Luis Alfredo Garavito, asesino de 172 niños; Manuel Octavio Bermúdez, quien mató a 21 niños entre 1999 y 2013; Javier Velasco, culpable de violar y asesinar a Rosa Elvira Cely; y Orlando Pelaya, que mató a su hijo de un año de nacido.
Uribe Noguera fue trasladado el sábado pasado a la cárcel de máxima seguridad de Valledupar, conocida como la Tramacúa, en la que pagará su condena de 58 años de prisión.
En el proceso que se sigue a los hermanos del asesino de Yuliana, se está a la espera de que un perito estadounidense entregue las evidencias halladas en cuanto si Catalina y Francisco Uribe Noguera ocultaron, alteraron o destruyeron elementos materiales probatorios.