En un video dado a conocer este viernes, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, entregaron a una comisión humanitaria, conformada por representantes de la Iglesia Católica y de la OEA, a la señora Sara Rodríguez, retenida hace una semana en el Sur de Bolívar. Asimismo, ese grupo armado reiteró su intención de avanzar en la consecución de la paz.
Colombia, 9 febrero de 2024.- Como un gesto de paz han calificado las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, la liberación de la señora Sara Emilia Rodríguez Oviedo, quien fue retenida desde el pasado sábado 3 de febrero de 2024 en zona rural del Sur de Bolívar.
En un video dado a conocer este viernes 9 de febrero, en el que se observa a ocho hombres vestidos de camuflado, con sombrero en sus cabezas, con armas de fuego de largo alcance, el rostro cubierto y brazaletes blanco con verde con el logo de las AGC, en medio de una nutrida vegetación selvática, uno de ellos toma la vocería, saluda y agradece la presencia en el sitio de representantes de la Iglesia Católica y de la OEA, quienes no se observan en las imágenes.
En medio de dos de esos hombres hay una mujer con pantalón camuflado, botas plásticas, camiseta negra, sombrero y un brazalete con distintivos de las Farc puesto en su brazo izquierdo y quien también tiene el rostro cubierto.
El vocero explica que se trata de integrantes del bloque Aristides Meza Páez, de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, quienes tienen presencia en el Magdalena Medio y en diferentes municipios de la Costa Caribe colombiana.
Asimismo, manifiesta que tienen en su poder a la señora Sara Emilia Rodríguez Oviedo, conocida como alias La Negra, a quien retuvieron junto a otra persona en la vía que conduce de El Porvenir a la Lejanía, que sale al puente de Yondó, cerca al corregimiento de El Cagüí, jurisdicción del municipio de Cantagallo, Bolívar.
En su relato, el portavoz asegura que la mujer que se observa en el video fue “capturada por las tropas del frente Edgar Madrid Benjumea” y que al momento de ser retenida tenía en su poder un brazalete con los distintivos de las Farc-Ep, un arma de fuego tipo pistola Glock 17, 9 mm, con 15 tiros, y que reconoció su militancia en las Farc-Ep.
Este grupo decidió respetarle la vida y su integridad física y entregarla a una comisión humanitaria, en cumplimiento de la Convención de Ginebra, de 1949, que regula los conflictos armados no internacionales, como el colombiano, y del respeto al Derecho Internacional Humanitario.
Finalmente, el vocero agradece la presencia de la Iglesia Católica y de la OEA en el sitio y reitera que las AGC están dispuestas a recorrer el camino de la paz, a pesar de que el Gobierno Nacional ha frenado todo tipo de acercamiento con esa estructura armada.
“A pesar del maltrato y el irrespeto con el que nos trata el Gobierno Nacional, que no hay avances en los contactos y que no se comunican con nuestros canales oficiales, hacemos estos gestos de paz con el fin de mostrar nuestra buena voluntad y disposición para seguir practicando en los escenarios que contribuyan a mitigar el conflicto”, expresa el vocero de las AGC, de quien no trascendió ni su identidad ni su alias.
Luego de leer un comunicado, el hombre se despide “desde las montañas del Sur de Bolívar”, y menciona que fue grabado el jueves 8 de febrero de 2024.
Desde la llegada del Gobierno del presidente Petro, las AGC recibieron la invitación de hacer parte del proyecto de Paz Total, a través de una solución negociada que pusiese fin a tantos años de conflicto, a lo cual el grupo ilegal aceptó de forma inmediata y hasta declaró un cese al fuego unilateral. Pero obstáculos como el reconocimiento de un estatus político a las AGC y la concesión de una justicia transicional han impedido que el Gobierno retome los acercamientos, pues su intención es que ese grupo armado se someta a la justicia.
Sin embargo, las AGC insisten en que quieren avanzar en el propósito de lograr una Paz Total en Colombia y como muestra de ello realizan gestos como la liberación de Sara Rodríguez, para facilitar los acercamientos. La Paz Total es posible, siempre que las partes demuestren su buena voluntad para acabar con todas las clases de violencia existentes en el país y, principalmente, que el Estado asegure su presencia en las regiones que más lo requieren.
A.U.