Medellín, Colombia, 2 agosto de 2025.- En una operación conjunta entre el GAULA Élite de la Policía Nacional y la DEA, fueron capturados en Medellín Luis Alejandro Enríquez Charaima, alias Alex, y Luis Fernando Uribe Torrealba, alias Luissito, señalados integrantes del Tren de Aragua. Ambos eran requeridos por la Corte Distrital de Colorado (EE.UU.) por delitos de tráfico de armas, conspiración, tráfico de drogas sintéticas y hurto.
Las autoridades norteamericanas habían emitido una orden de extradición, lo que permitió el operativo de alto impacto. Según la investigación, Alex y Luissito ingresaron a EE.UU. en 2023 con el objetivo de expandir las operaciones criminales del Tren de Aragua en Denver, estableciendo laboratorios clandestinos para la producción de tusi y ketamina, además de adquirir bodegas para su procesamiento y distribución.
Una red criminal que cruzó fronteras
La Policía Nacional reveló que los capturados también están vinculados con tráfico de armas en Denver y conspiración contra agentes estatales. Parte del armamento habría sido enviado posteriormente a países de América Latina.
Luego de ser identificados como dinamizadores criminales en Colorado, los dos hombres escaparon hacia Colombia y se establecieron en Medellín en marzo de este año, buscando ocultarse de las autoridades. Sin embargo, la cooperación internacional permitió seguir su rastro y capturarlos en las últimas horas.
El general Carlos Fernando Triana, director de la Policía Nacional, aseguró que este resultado “evidencia la capacidad operativa del Estado colombiano para enfrentar las estructuras de crimen organizado con presencia internacional”.
Golpe al Tren de Aragua, pero silencio institucional
La captura de alias Alex y Luissito se suma a otras detenciones recientes, como la de alias Chino San Vicente, líder del Tren de Aragua, y de Yef Nava, cabecilla de Los Melean y socio de esta estructura.
Pese a los resultados, persiste la polémica sobre la negación oficial de la presencia del Tren de Aragua en Medellín. Diversos analistas señalan que la Secretaría de Seguridad y la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá (MEVAL) minimizan la influencia del grupo, a pesar de evidencias de su crecimiento en la ciudad.
Presencia criminal en expansión
Expertos advierten que el Tren de Aragua avanza en su propósito de consolidar “estaciones” en territorios estratégicos, aprovechando el fenómeno migratorio. Estas células operan en la clandestinidad, alimentándose de recursos económicos, logística y armamento, y expandiendo su control en barrios y comunas.
En Medellín, miembros de la estructura ya participan en extorsiones, control de prostitución, explotación sexual y tráfico de drogas sintéticas como el ‘Tuci brutal’, mientras que las autoridades mantienen una postura pasiva.
La captura de Alex y Luissito envía un mensaje contundente, pero también deja la pregunta abierta: ¿seguirá la institucionalidad negando la presencia del Tren de Aragua en Medellín mientras su red criminal se fortalece?
A.U.