Pekín, 29 may – China lanzó este jueves su primera misión espacial con el objetivo de recoger muestras de un asteroide y devolverlas a la Tierra, en una operación que se extenderá durante más de una década e incluirá también la exploración de un cometa situado entre Marte y Júpiter.
La misión, denominada Tianwen-2, despegó a la 01:31 hora local (17:31 GMT del miércoles) desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, en la provincia central de Sichuan.
La nave fue enviada unos 18 minutos después a una órbita de transferencia con destino al asteroide 2016HO3, según la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA), que confirmó que el despliegue de los paneles solares de la nave se realizó correctamente y calificó el lanzamiento de exitoso.
La misión prevé una primera etapa centrada en la recogida de muestras del asteroide 2016HO3, también conocido como 469219 Kamo’oalewa y considerado un cuasisatélite terrestre debido a que orbita el Sol mientras mantiene una trayectoria relativamente cercana a la Tierra.
Posteriormente, el mismo artefacto se dirigirá hacia el cometa 311P, ubicado en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, a una distancia máxima de la Tierra de unos 300 millones de kilómetros.
«La inmensa distancia impone requisitos rigurosos al sistema de comunicación de la sonda, el diseño de su trayectoria, la gestión energética y la capacidad de mantener un rendimiento operativo altamente fiable a largo plazo», indicó Han Siyuan, subdirector del Centro Espacial de Ingeniería, citado por Xinhua.
Los responsables de la misión, en declaraciones recogidas por la agencia, señalaron que el asteroide 469219 Kamo’oalewa fue seleccionado por su órbita estable y la energía relativamente baja que se requiere para alcanzarlo. Además, sus características permitirán planificar una trayectoria viable hacia el segundo destino.
Entre los objetivos figuran el estudio de parámetros físicos como la dinámica orbital, la rotación, el tamaño, la forma y las propiedades térmicas de ambos cuerpos celestes, así como la exploración de su superficie, estructura interna y composición. En el caso del cometa, la misión también analizará los materiales que expulsa.
Según los planes, la sonda tardará alrededor de un año en llegar a su primer destino. Una vez cerca, ejecutará maniobras de aproximación y permanecerá en órbita alrededor del asteroide para identificar el área de muestreo.
Tras recoger las muestras, la nave regresará a las inmediaciones de la Tierra, donde una cápsula separada devolverá las muestras hacia finales de 2027, y pondrá rumbo hacia el cometa.
«Los asteroides proporcionan información crucial sobre la historia evolutiva terrestre. Una hipótesis sostiene que el agua de la Tierra fue traída por cuerpos celestes. Sus colisiones catastróficas con nuestro planeta, como el evento que erradicó a los dinosaurios, han moldeado profundamente la evolución terrestre», afirmó Liu Jianjun, diseñador jefe adjunto de la misión, citado por la agencia.
China ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha conseguido alunizar la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna —primera vez que se logra— y llegar por primera vez a Marte, convirtiéndose en el tercer país —tras la extinta Unión Soviética y Estados Unidos— en amartizar.
Además, el país asiático opera su propia estación espacial, la Tiangong, que funcionará durante unos diez años y podría convertirse en una de las principales plataformas orbitales en funcionamiento, especialmente a medida que la Estación Espacial Internacional —una iniciativa encabezada por Estados Unidos y a la que China tiene vetado el acceso por los lazos militares de su programa espacial— se acerque a su retiro, previsto para 2030.
EFE