Norte de Santander, Colombia, 2 agosto de 2025.- Tres personas fueron asesinadas y seis más resultaron heridas la tarde del 1.º de agosto en el centro de Cúcuta, en un hecho que las autoridades ya atribuyen a estructuras de Crimen Transnacional que operan en la región. El ataque ocurrió en la avenida 5 con calle 4, a la altura del parque Lineal, donde, según testigos, varias personas en condición de calle estaban reunidas consumiendo sustancias psicoactivas cuando una motocicleta se acercó y el parrillero disparó indiscriminadamente.

La ráfaga de disparos dejó tres muertos y seis heridos; dos de las víctimas permanecen en estado crítico bajo atención médica. Las víctimas mortales fueron identificadas como Jesé Apolinar González y Fabián Flórez, mientras que la tercera aún no ha sido identificada.

Un ataque enmarcado en una ola de violencia

Este hecho se suma a una serie de ataques violentos en la región que, según autoridades y organizaciones sociales, estarían relacionados con una “limpieza social” emprendida por grupos armados ilegales. Estos actores buscan imponer control territorial mediante amenazas, homicidios selectivos y asesinatos de población vulnerable.

La Defensoría del Pueblo ya había advertido sobre este riesgo en la Alerta Temprana 027/24, en la que señaló que estructuras armadas como el Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), ELN, Frente 33 Bloque Magdalena Medio, Rastrojos, Los Pelusos, Tren de Aragua, Los AK-47 y bandas locales mantienen una disputa por el control del territorio en Norte de Santander.

El documento enfatiza la urgencia de adoptar medidas de protección para la población vulnerable, pues estos grupos también estarían involucrados en reclutamiento de menores, extorsión y restricción de la movilidad en varias zonas.

La banda AK-47, en la mira

El teniente coronel Leonardo Cárdenas, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Cúcuta, señaló que “este hecho se le atribuye a la banda transnacional AK-47. La Policía Nacional ha tenido resultados contundentes contra estos integrantes de la banda delincuencial que delinquen en la ciudad de Cúcuta”.

La banda AK-47 es una de las estructuras señaladas de participar en homicidios selectivos y masacres, así como en el tráfico de drogas, armas y la ejecución de acciones violentas para sembrar miedo en comunidades.

Un panorama nacional preocupante

La masacre en Cúcuta se suma a un patrón de violencia que afecta a varias regiones de Colombia. En lo corrido del 2025, Indepaz ha registrado 41 masacres, entre ellas:

  • La Plata, Huila (25 de julio): cuatro personas asesinadas en la vereda El Salado por hombres armados que se movilizaban en una camioneta y dos motocicletas.
  • Timaná, Huila (20 de julio): tres personas ejecutadas en una cuatrimoto en el sector Palmito.
  • Yondó, Antioquia (17 de julio): tres personas asesinadas horas después de un Consejo de Seguridad.
  • Cartago, Valle del Cauca (10 de julio): tres personas asesinadas en un hotel del barrio Centro.
  • Riohacha, La Guajira (2 de julio): tres cadáveres encontrados con signos de tortura, uno de ellos un desmovilizado del ELN.
  • Pueblo Rico, Risaralda (28 de junio): tres muertos y dos heridos en medio de una balacera durante un evento cultural.
  • Ciénaga, Magdalena (31 de mayo): tres cuerpos hallados con impactos de fusil en el corregimiento Palmor de la Sierra.

Estos hechos reflejan la capacidad de acción de estructuras de Crimen Transnacional y bandas locales, que operan en ciudades como Medellín, Bogotá y Cúcuta, y que aprovechan la debilidad institucional para afianzar su control.

Crecimiento del Tren de Aragua y otras estructuras

Analistas y organizaciones sociales advierten que grupos como el Tren de Aragua continúan expandiendo sus redes en Colombia, mientras que autoridades locales, como la Secretaría de Seguridad de Medellín y la MEVAL, siguen minimizando públicamente su influencia.

El Tren de Aragua y otras bandas han consolidado “estaciones” en diferentes territorios, alimentándose de recursos económicos, logística y armamento. En Medellín, por ejemplo, ya participan en extorsión, control de prostitución, explotación sexual y tráfico de drogas sintéticas como el ‘Tuci brutal’, mientras que en Cúcuta el accionar violento de bandas como los AK-47 deja víctimas en la población más vulnerable.

La masacre del 1.º de agosto evidencia que el Crimen Transnacional sigue actuando con fuerza en el país y que las medidas de protección y respuesta aún son insuficientes para frenar esta escalada de violencia.

A.U.

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