Madrid, España, 22 marzo de 2024.- Agentes de la Policía Nacional han desmantelado un laboratorio clandestino de producción de cocaína en la provincia de Cáceres, operado por un clan familiar que camuflaba su actividad bajo la apariencia de una empresa de pintores. Un total de 11 personas —nueve colombianos, un venezolano y un español— fueron detenidas como presuntas integrantes de esta red criminal dedicada a elaborar y distribuir grandes cantidades de cocaína hacia distintos puntos de la Comunidad de Madrid.
La investigación comenzó a principios de este año, cuando los agentes detectaron movimientos sospechosos en una finca situada en una zona apartada de Cáceres. El lugar estaba custodiado con estrictas medidas de seguridad, incluyendo un único acceso, criaderos de gallos de pelea y perros de caza, y un vigilante con vista privilegiada desde una posición elevada, encargado de alertar ante cualquier presencia policial.
Según reveló la Policía, en el interior del predio operaban cinco ‘cocineros’ y un ‘aguador’, todos con antecedentes en Colombia, capaces de producir hasta 100 kilogramos de cocaína diarios. Trabajaban a turnos de 24 horas al día, siete días a la semana, utilizando equipos industriales como envasadoras, prensas y microondas.
El grupo utilizaba un sistema de ocultación sofisticado: transportaban la sustancia camuflada en botes de pintura blanca colocados en palés dentro de furgonetas. Para no levantar sospechas, los implicados se hacían pasar por pintores, vistiendo monos de trabajo mientras realizaban los desplazamientos.
Durante el operativo, que culminó a finales de febrero con la intervención del Grupo Especial de Operaciones (GEO), las autoridades incautaron una importante cantidad de sustancias estupefacientes: 450 litros de cocaína base disuelta, seis kilogramos de clorhidrato de cocaína prensada, 55 kilogramos en proceso de secado y otros 40 kilogramos de base sólida. Además, fueron hallados 7.000 euros en efectivo, una escopeta y diversa munición.
Informa Telemadrid que el epicentro logístico de la organización estaba en un bar de la localidad madrileña de Humanes, regentado por un matrimonio que, además de atender el establecimiento, dirigía las operaciones del grupo criminal. El local servía como punto de encuentro y centro de planificación para coordinar la producción y distribución de la droga.
Uno de los elementos clave para desmantelar la red fue la interceptación de una furgoneta que contenía botes de pintura, uno de los cuales ocultaba dos kilogramos de cocaína. Esta evidencia reforzó la hipótesis del uso de pintura como método de transporte del estupefaciente.
Diez de los arrestados han ingresado en prisión provisional por orden del juez, acusados de pertenencia a grupo criminal y delito contra la salud pública. La investigación continúa abierta para identificar posibles ramificaciones de esta estructura en otros puntos del país.
A.U.