Los Ángeles (EE.UU.), 10 ene – Gerard Butler vuelve a encarnar al agente policial Nicholas «Big Nick» O’Brien y se adentra en Europa para dar caza a Donnie Wilson (O’Shea Jackson Jr.), su mayor enemigo tras planear otro de sus robos imposibles en ‘Den of Thieves 2: Pantera’, que se estrena este viernes en cines.

«Donnie Wilson me ha dado un propósito y eso es el comienzo de algo sorprendentemente bonito, divertido y extraño», dice Butler en una entrevista con EFE.

Con un Nick hastiado, que no cuenta con el apoyo de nadie pese a haberse esforzado mucho en el cuerpo de policía, y con ánimo de dejar atrás su pasado de marido borracho, no tiene nada que perder en esta segunda película: «Hago borrón y cuenta nueva y me preparo para una gran aventura», agrega el actor escocés.

Siguiendo el hilo del final de la primera película, después de que el astuto ladrón lograse engañarlo, el protagonista emprende un viaje que lo lleva por la costa de Italia, Bélgica y Francia para cumplir con la misión de acabar con la infamia mafia Panther.

En este trascurso de infiltrarse de nuevo en los planes de su mayor enemigo para frustrar el robo masivo a la bolsa de diamantes más grande del mundo, Nick y Donnie tienen tiempo para conocerse más a fondo.

«En la primera película teníamos una dinámica de enfrentamientos y, en esta, va a ser refrescante para el público ver que tienen que estar alerta», cuenta por su parte O’Shea.

Química entre ambos

Como espectador, «vas a sentir simpatía por ambos, así que no quieres que choquen, pero sabes que hay una gran posibilidad de que choquen» debido a sus explosivas personalidades, añade.

Esa relación que irán construyendo en esta secuela, cuyo rodaje se llevó a cabo en el Reino Unido y en las Islas Canarias (España), «le añade un poco de suspenso y mantendrá interesado» al público en esta nueva historia, dice el actor estadounidense.

Si bien la primera cinta de esta saga, que se estrenó en 2018, llevó a Butler a una severa transformación física, en la que tuvo que ganar más de 10 kilos para interpretar a un entrenado oficial de policía, el desafío de esta segunda película se centró precisamente en cómo lograr que dos enemigos se entiendan.

«El elemento físico obviamente siempre será un desafío, pero también se trata de darle vida a las páginas. Las cosas que ves escritas (en el guión) que son divertidas solo pueden funcionar si hay química entre ambos. Y cuanto más nos fuimos conociendo, más se me fue quitando el estrés que tenía» a la hora de crear, explica O’Shea.

A lo largo de la película el suspenso se mantiene en torno a Nick, quien poco a poco abandona su papel de «poli bueno» hasta convertirse en lo que una vez juró destruir.

«Me gusta que Big Nick sea criminal», y aunque en realidad también disfruta interpretando al valiente Nick policial de Los Ángeles, «es divertido ser malo», admite Butler.

Mikaela Viqueira

EFE

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