San Millán de la Cogolla (España), 16 dic- Los reporteros de guerra ven la irrupción de las redes sociales en el campo de batalla como algo que difunde «ruido», muchas veces interesado, y que contrasta con su trabajo de periodismo tradicional, en el que deben verificar datos y profundizar en historias reales.
Son algunas de las ideas expuestas este lunes en el XVII Seminario Internacional de Lengua y Periodismo ‘El lenguaje de las guerras: cómo contar el conflicto’, organizado por la Fundación San Millán de la Cogolla y la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), promovida por la Agencia EFE y la Real Academia Española.
La delegada de EFE en Jerusalén, Sara Gómez Armas, consideró que las redes sociales no son un medio de comunicación, sino una herramienta, y «han impuesto una nueva forma de contar las guerras», dijo durante el debate ‘El lenguaje bélico en la era digital’, moderado por la directora de la FundéuRAE, Olivia Piquero.
Aunque, «por ejemplo, en Gaza, sin ellas no nos enteraríamos de muchas cosas, no pueden ser el único medio con el que informarnos», matizó, porque la información «requiere verificar y contrastar y eso lleva tiempo».
«En medio del ruido de las redes sociales es difícil determinar qué es propaganda, ese es el reto y, para conseguirlo, no hay que desviarse del trabajo de siempre de los periodistas, ir al lugar y contar lo que ocurre, con prudencia y distanciándose, en la medida que se pueda, del vínculo emocional y no opinar», subrayó.
Reconoció que hay situaciones en las que «las redes sociales son un aliado», y puso como ejemplo lo que ocurre ahora en el norte de la Franja palestina de Gaza, «donde solo sabemos lo que pasa por unos cuantos periodistas que se han quedado allí y lo cuentan en sus redes».
Las redes sociales seguirán
El periodista Luis de Vega, del diario español El País, alertó de que hay que asumir que las redes sociales y los medios digitales «están y se van a quedar», a pesar de que, en ocasiones, difunden información «superficial, rápida, sin profundizar y sin escuchar a otro».
Reporteros de guerra defienden el periodismo tradicional contra el «ruido» de las redes
«Quizás, en vez de criticar que los jóvenes se informen a través de estos canales, habría que ser autocríticos y pensar qué hemos hecho mal para que no vayan a los medios tradicionales», apuntó.
«Las redes sociales no son malas en sí, son malos algunos usos de ellas y las incertidumbres éticas que generan», precisó, y, «en las guerras, son armas de los dos bandos».
Más censura que antes
El fotógrafo y periodista Gervasio Sánchez aludió a la «censura» en los medios de comunicación, que «ya existía hace mucho tiempo», hasta el punto de que «se ha institucionalizado una forma políticamente correcta de contar y mostrar las guerras».
«Es curioso que haya medios que den lecciones sobre lo malo que hacen las redes sociales, cuando medios de esos, casi todos en España, han hecho bazofia periodística para hablar de conflictos y guerras» por su relación con poderes económicos o políticos, denunció.
Cree que «ahora hay más censura que hace medio siglo y son las redes sociales las que informan y muestran imágenes como las que se publicaban antes, pero ahora no tienen cabida en los medios tradicionales», lamentó.
No son medios de información
La reportera Mónica García Prieto incidió también en que las redes «no son medios de información, sino instrumentos de comunicación» que promueven «mensajes cortos y fuertes»; y «en ellos no cabe el matiz, ni el contexto»; además de «fomentar los personalismos».
«Ahora, en las redes sociales se confunde la propia noticia, que requiere tiempo para ser elaborada, con el momento en el que llega el reportero a un lugar», afirmó, aunque asume que «la sociedad no quiere dedicar esfuerzo a saber qué es verdad, sino a que le digan que tiene razón» y «en ese contexto es más fácil manipular» a través de redes sociales.
EFE