Antioquia, Colombia, 13 noviembre de 2024.- A lo largo de Antioquia, los índices de violencia han mostrado una leve disminución general, pasando de 1,448 incidentes en 2023 a 1,408 en el mismo periodo de 2024, lo que equivale a una reducción del 2.8%. Sin embargo, al revisar las estadísticas por subregiones, la realidad es compleja y presenta diferencias notables, con algunas áreas experimentando aumentos considerables que destacan el reto continuo para la paz y la seguridad en el departamento.
Las subregiones de Bajo Cauca, Nordeste, Norte, Suroeste y Oriente han registrado aumentos de violencia preocupantes, encabezados por el Bajo Cauca con un incremento del 78.4%, seguido del Nordeste con un 21.4%, el Norte con un 18.8%, el Suroeste con un 5.9% y el Oriente con un 4.7%. Este aumento en estos sectores parece vinculado a la reconfiguración de dinámicas de control territorial y conflictos entre grupos armados ilegales, lo cual impide estabilizar la paz en dichas áreas.
A diferencia de las zonas con aumentos de violencia, algunas subregiones de Antioquia han mostrado reducciones significativas en los incidentes registrados. El Valle de Aburrá experimentó una disminución del 16.1%, el Occidente del 24.4%, el Magdalena Medio del 33.9% y Urabá un notable descenso del 41.1%. Estos datos sugieren que en estas regiones, donde predominan actores armados ilegales hegemónicos y existen Espacios Socio-Jurídicos establecidos, se han generado condiciones más propicias para el avance de los procesos de la Paz Total, tanto en zonas urbanas como rurales. Estas reducciones reflejan un cumplimiento efectivo en la meta de reducir los índices de violencia.
En cuanto a los municipios, el caso de Pueblorrico resalta con un incremento del 1000.0% en los índices de violencia, seguido de otros municipios como Toledo (800.0%), Liborina (400.0%), Hispania (350.0%) y Sonsón (271.4%). Otros municipios también muestran subidas preocupantes, entre ellos Amalfi (250.0%), Salgar (180.0%) y La Estrella (125.0%). Estas cifras indican la urgente necesidad de intervención en seguridad en estas zonas, donde disputas por control territorial han intensificado la violencia.
Por otro lado, algunos municipios han logrado avances significativos en la reducción de homicidios, creando un ambiente favorable para la paz. Armenia, Olaya, San Francisco, La Pintada y Támesis presentan una reducción del 100.0% en homicidios, mientras que Mutatá ha reducido estos índices en un 81.3%, Ebéjico en un 80.0% y Fredonia en un 77.8%. Estos resultados sugieren un contexto positivo para el diálogo y la reconciliación en estos municipios.
La dualidad de tendencias en Antioquia evidencia un contexto de seguridad fragmentado. Las autoridades deben continuar con esfuerzos específicos de prevención en zonas de alto riesgo y fortalecer las iniciativas de paz en áreas con tendencias a la baja en violencia, promoviendo un modelo de seguridad regional ajustado a las complejidades locales. La experiencia positiva de municipios con reducciones significativas puede servir de guía para replicar estrategias en otras áreas del departamento que siguen enfrentando altos niveles de criminalidad y violencia.
A.U.