Antioquia, Colombia, 26 diciembre de 2024.- A las 12:10 a.m. del miércoles, fue hallado sin vida el cuerpo de Deimer José Picalua Álvarez, de 21 años, al interior de un establecimiento en el barrio San Rafael, municipio de Caucasia, Bajo Cauca antioqueño. La víctima presentaba heridas de arma de fuego en las manos y la cabeza. Las autoridades investigan los hechos para esclarecer este homicidio.
El Bajo Cauca continúa siendo un foco de violencia en la región, reflejando un preocupante incremento en los índices de homicidios. Aunque Antioquia registra una reducción general del 5.3% en muertes violentas, el Bajo Cauca experimenta un alarmante aumento del 59.8%, pasando de 112 casos en 2023 a 179 en 2024. En Caucasia, el panorama es igualmente crítico, con un incremento del 57.4%, subiendo de 47 homicidios en 2023 a 74 en lo que va del año.
Contexto de la violencia en el Bajo Cauca
La región enfrenta una intensificación de disputas territoriales entre grupos armados ilegales, como el Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), «Los del Bajo» (antiguos Caparrapos) y otras estructuras criminales. Estas organizaciones luchan por el control estratégico del territorio, clave para actividades ilícitas como el narcotráfico y la minería ilegal.
En este contexto, Caucasia ha sido escenario de confrontaciones violentas que han agravado la crisis de seguridad, impactando directamente a la población civil.
Recomendaciones para abordar la crisis
La violencia en el Bajo Cauca requiere un enfoque integral y urgente por parte del gobierno. Las siguientes estrategias son fundamentales:
- Canales humanitarios seguros: Crear espacios protegidos que garanticen acceso a servicios básicos como salud y educación.
- Acuerdos específicos en las negociaciones de paz: Incorporar medidas que prioricen la protección de civiles y pongan fin a prácticas como el reclutamiento forzado.
- Fortalecimiento institucional: Abordar las causas estructurales de la violencia mediante la reducción de la desigualdad y la promoción del desarrollo económico y social en la región.
La política de «Paz Total» del gobierno de Gustavo Petro debe acelerarse, garantizando que las acciones implementadas no solo detengan las hostilidades, sino que aborden las raíces profundas del conflicto. El objetivo es asegurar un futuro seguro y sostenible para los habitantes del Bajo Cauca.
A.U.