Violencia en la RD del Congo: el grupo M23 ataca y deja 15 civiles muertos

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Foto archivo. República Democrática del Congo. EFE/ Patricia Martínez

Kinsasa, 4 nov – Al menos quince civiles fueron asesinados la pasada semana en ataques del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), confirmó este lunes a EFE un líder de la sociedad civil.

Los ataques ocurrieron en los pueblos de Kiseguru y Katwiguru, en el territorio de Binza, situado en la provincia de Kivu del Norte, entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre pasados.

«Se trata de una cifra todavía provisional de 15 civiles asesinados por los rebeldes del M23 (…). Aún no sabemos el motivo exacto de esta masacre, pero estos rebeldes operan con terror y por eso es difícil convivir con ellos», afirmó a EFE por teléfono el coordinador de la sociedad civil en Binza, Prospère Buhuru.

«La población vive en un terror indescriptible antes y después de este ataque, liderado por el coronel de los rebeldes del M23, el comandante Ernest Sebagenzi (…). Cuando matan obligan a la población a enterrar los cuerpos directamente. Sin luto. No quieren dejar ningún rastro», dijo Buhuru desde Goma, capital de Kivu del Norte, donde se refugió tras huir de los ataques.

El líder de la sociedad civil precisó que las víctimas «fueron asesinadas por sorpresa mientras se encontraban en el campo, donde trabajaban como de costumbre».

Ocho civiles murieron el pasado sábado, y los siete restantes fallecieron este 31 de octubre.

«Además, (los rebeldes) reclutan a la fuerza a personas que se llevan a sumarse a su rebelión», agregó la fuente.

Este domingo, el M23 tomó el control de la aldea de Kamandi-Gite, situada a unos 130 kilómetros de Goma.

Las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) recuperaron el pasado 21 de octubre el control de la localidad estratégica de Kalembe, también en Kivu del Norte, de manos del M23.

Los rebeldes habían capturado Kalembe tras atacar las posiciones de milicianos afines al Ejército antes de que esta localidad rica en oro fuera finalmente recuperada por las FARDC.

La incursión del M23 en Kalembe violó un alto el fuego logrado con la mediación de Angola acordado el pasado agosto, según el Gobierno angoleño.

Aparte de una grave crisis humanitaria, los combates han desencadenado graves tensiones entre la RDC y Ruanda por la presunta colaboración de Kigali con el M23, extremo que las autoridades ruandesas niegan pese a haber sido confirmado por la ONU y el apoyo público al grupo por parte del presidente ruandés, Paul Kagame.

A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses (hutus) exiliados en la RDC para recuperar el poder político en su país, una colaboración también confirmada por la ONU.

La actividad armada del M23 se reactivó en 2022 después de años de relativa calma y, desde entonces, el grupo ha avanzado por varios frentes hasta situarse cerca de Goma, que ya ocupó durante diez días en 2012.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU en el país (Monusco).

EFE