Antioquia, Colombia, 28 enero de 2025.- El Centro de Analítica de Seguridad, Convivencia y Derechos Humanos reportó que el lunes 27 de enero, a las 06:00 horas, ingresó a la morgue municipal el cuerpo sin vida de José Antonio Castaño Ramírez, de 79 años, quien fue asesinado con arma cortopunzante en la vereda La Lora, zona rural del municipio de San Francisco, Oriente antioqueño.
La víctima presentaba una herida en la cabeza. Hasta el momento, se desconocen los móviles del crimen, por lo que las autoridades han iniciado las investigaciones para esclarecer el caso y dar con los responsables.
San Francisco, Antioquia: entre la violencia latente y el subregistro de homicidios
El municipio de San Francisco, ubicado en el oriente de Antioquia, enfrenta un escenario complejo debido a su geografía montañosa y su conexión con otras zonas estratégicas. Esta región ha sido históricamente afectada por la presencia de grupos armados ilegales, lo que mantiene un estado de violencia latente.
Aunque las autoridades locales no registraron homicidios comunes en 2024 dentro de sus datos oficiales, un análisis más amplio de la subregión revela dinámicas preocupantes. En el Oriente de Antioquia, los homicidios aumentaron un 4% entre 2023 (200 casos) y 2024 (208 casos), alcanzando una tasa de 28,7 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, cifra que supera el promedio nacional.
Sin embargo, esta aparente estabilidad podría ser engañosa debido a posibles subregistros. Un enfrentamiento reciente entre la Fuerza Pública y el Ejército Gaitanista de Colombia (EGC) dejó como saldo la muerte de ocho integrantes del grupo, incluyendo un cabecilla conocido como alias «Zeus», así como la de una civil, mientras que otra persona resultó herida. A pesar de la gravedad de estos hechos, que aún están bajo investigación, no han sido incluidos en los registros oficiales, lo que apunta a un significativo subregistro de muertes violentas.
De acuerdo con análisis locales, la incorporación de estos casos duplicaría la cifra de muertes violentas en San Francisco en comparación con 2023. Esta falta de datos oficiales sobre episodios de violencia oculta la magnitud real del problema.
Las denominadas «violencias silenciosas» en el oriente antioqueño, caracterizadas por disputas localizadas y la lucha por el control territorial entre grupos armados, siguen representando un desafío para las autoridades. Organizaciones sociales han exigido mayor transparencia en las acciones del Estado y su impacto en la seguridad de la población civil.
Además, entre el 1 y el 27 de enero de 2025, la subregión ha registrado un aumento del 75% en muertes violentas en comparación con el mismo período de 2024, pasando de 8 casos a 14.
El caso de San Francisco evidencia una paradoja: mientras las cifras oficiales reflejan cierto control, la presencia persistente de actores ilegales y la falta de transparencia en los registros ponen en jaque a una comunidad atrapada entre la violencia y el olvido institucional.
A.U.