La soledad de las escaleras eléctricas de la Comuna 13, un símbolo en la transformación de Medellín, refleja la crisis provocada por la pandemia de la COVID-19, que intenta aliviar una operadora turística con la entrega de mercados al no poder llevar visitantes a este lugar.
Hace cuatro meses que María Bustamante, propietaria de Vista Medellín.Travel, no realiza tours en esas barriadas que con arte, urbanismo social y cultura superaron años de violencia para convertirse en un sitio turístico de esta ciudad colombiana.
«Cuando empezó la pandemia me angustié mucho por las personas que viven del turismo y que esperan que las operadoras les llevemos visitantes», expresó a Efe Bustamante.
Con la llegada del coronavirus, los habitantes de la Comuna 13 ya no reciben turistas para vender su comida, refrescar con helados de mango biche, ofrecer clases de ‘break dance’ y ‘popping’, interpretar una canción de rap o hacer recorridos por los grafitis que narran su historia de resistencia.
Haber nacido en este territorio y conocer sus dolores motivó a esta comunicadora social, que lleva 18 años trabajando en el sector turístico, a solidarizarse.
«La comuna está vacía, es muy triste. No están funcionando las escaleras eléctricas, no se ve ningún turista. Al principio pusieron trapos rojos porque había gente con hambre», contó Bustamante.
CAMPAÑA SOLIDARIA
Aunque las finanzas de la operadora empezaron a afectarse al cancelar desde marzo tours programados con visitantes de México y Puerto Rico, la emprendedora organizó con el apoyo de guías turísticos especializado en la Comuna 13 la campaña «Ayúdanos para ayudar», que busca recoger fondos para socorrer a las personas afectadas por la ausencia de visitantes.
Empezaron con la entrega de más de cien mercados a través de esta iniciativa, a la que sumaron otras organizaciones para aumentar el impacto e impulsar otras donaciones.
«Ha sido una labor muy bonita», comentó Bustamante, quien recordó que hace un año, para la Feria de las Flores, recibió a más de mil turistas.
Con el paso de los meses, ha percibido una «resiliencia que asombra» e incluso, según relata, muchos de los guías que trabajaban para Vista Medellín.Travel ahora venden empanadas y están haciendo panes para sobrevivir.
«Se están rebuscando mientras vuelve el turismo», apuntó.
VENTANA VIRTUAL
Mientras la COVID-19 da una tregua y la compañía puede volver a recibir turistas de Puerto Rico, España, Ecuador, Estados Unidos y Panamá, la emprendedora optó por explorar a través de las redes sociales con el programa «Yo viajo desde casa» para mostrar algunos destinos.
En ese espacio de turismo virtual, en el que cuenta qué atractivos tiene, cuál es su gastronomía y muestra videos y fotografías, empezó por promocionar municipios de Antioquia poco conocidos, pero que tienen «mucho potencial».
«Hay un tema de investigación grande, estamos hablando con los directores de turismo de cada municipio. La gente, a través del celular y en el sillón de su casa, puede conocer lugares para visitar cuando termine la contingencia», señaló.
Esos recorridos a través de las herramientas digitales, según Bustamante, han permitido iniciar un camino de reinvención marcado por la solidaridad y la paciencia.
«Somos uno de los sectores más golpeados, y uno de los últimos que se reactivará. A pesar de las dificultades, seguimos vivos», declaró la emprendedora, quien ha sobrellevado esta situación con el apoyo y la asesoría de la Corporación Interactuar, en la que cursó el programa Método Base de Aceleración (MBA).
UN NUEVO TURISMO
Para Bustamante, su gremio debe prepararse para responder a las exigencias después de la pandemia, pues intuye que la gente saldrá a visitar municipios cercanos a su ciudad.
«El turismo va a cambiar, será un nuevo turismo. Todo va a comenzar por lo local», comentó la líder de la operadora, que anhela llevar de nuevo visitantes a Guatapé a pintar zócalos, a fincas cafeteras en Jardín para participar del proceso de recolección y disfrutar esta bebida o a Santa Elena para mostrar la mística de los silleteros.
EFE