Redacción Análisis Urbano.
Las víctimas, los marginados que poco o nada importan al sistema, se vienen silenciando por miedo en Villa Linda y buena parte del municipio de Bello, Antioquia, además de otros municipios del departamento, porque a la institucionalidad poco le ha importado la problemática de inseguridad y violencia. El crimen parece dominar los territorios y ejercer control social férreo, desafía el poder legítimo y son cogobierno urbano ilegal. Bello es un claro ejemplo de esa mezcla de legalidad-ilegalidad y sometimiento ciudadano.
Desde octubre de 2015, Análisis Urbano y la ONG Corpades pusieron el dedo en la llaga sobre la situación de seguridad que vivía el municipio de Bello; los temas de violencia y criminalidad eran evidentes y la violación a los derechos humanos era sistemática. Allí poco se denunciaba, no había ante quien hacerlo, la institucionalidad, en cabeza de la Policía y la Fiscalía gozaba de poca credibilidad. Hoy el panorama persiste.
En este territorio el crimen organizado está representado en poderosas bandas que vienen de vieja data y han estado asociadas a la Oficina del Valle de Aburrá; algunas de ellas en la actualidad hacen alianza estratégica con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, Urabeños o Clan Usuga, juntas tienen controlado no menos del 90 % del territorio e incluso han penetrado con fuerza la institucionalidad, ni la Policía ha escapado a esa infiltración, incluso se habla de un patrón, “El patrón de Bello”, que tiene tanto poder que desaparece testigos, traslada fosas comunes y al parecer recibe favores especiales de un sector de la Policía, el Ejército y la administración municipal.
Este tipo de situaciones fueron recreadas suficientemente y para esto se le enteró de la problemática a la institucionalidad local representada en el municipio de Bello, a la departamental de Antioquia y a la nacional, en cabeza del presidente Juan Manuel Santos. A ninguna instancia le importó. Nada se ha hecho, por ejemplo, con las situaciones de ilegalidad que se presentan en Nuevo Jerusalén, Villa Linda, Barrio Obrero y Niquía Camacol, entre otros sectores. Bello, según la publicidad engañosa, es un municipio de paz y prosperidad, la realidad es otra.
Pachelly un caso sin resolver
El caso de la banda paramilitarizada de Los Pachelly, ha demostrado una vez más que la estrategia de seguridad basada solamente en capturas y decomisos no ha funcionado, en ningún momento la banda ha sido desmantelada, es cierto que se han realizado importantes operativos contra ellos pero siempre acaban en lo mismo, capturas de jefes y subjefes con pasantías cortas en la cárcel. El caso de alias Sólido, lo demuestra. Las penas más fuertes recaen en los que están bajo su mando que no tienen recursos económicos para comprar silencios y cerrar ojos.
¿Será que olvidan lo denunciado? Desde hace años Pachelly impone el orden ilegal y controla el territorio, contando con protección oficial. Las armas, la plata y las relaciones institucionales dan esa posibilidad.
Denuncias hay. ¿En manos de la institucionalidad cuántas? Se sabe que son pocas, lo cierto es que el desplazamiento forzado intraurbano, y por ende la apropiación de bienes muebles e inmuebles, existe en las zonas donde tiene control la banda, al igual que el cobro de vacunas, el tráfico de drogas, el pagadiario, el reclutamiento forzado de menores de edad, las apuestas ilegales, la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes, además de la prostitución.
Análisis Urbano publicó tres informes que detallan el accionar criminal de los Pachelly, pero ni a los criminales les importó, ya que en actitud desafiante afirmaron que lo que se meta a sus territorios lo devuelven a bala; puede ser fantochada, pero lo dicen abiertamente para que la comunidad lo escuche y asuma que nada podrá cambiar el régimen criminal impuesto. Tampoco le importaron a la institucionalidad, que literalmente no ha hecho nada, sectores como Girasoles y Villa Linda, que demuestran que denunciar privada o públicamente no genera ninguna reacción efectiva de los organismos de inteligencia, investigación y seguridad del Estado. ¿Quién ordenará una efectiva acción contra ellos? Hasta ahora parece que nadie.
Lo grave es que la institucionalidad debería haber avanzado en la dirección correcta, que no es otra cosa que investigar, judicializar, desmantelar e incautar bienes muebles e inmuebles y el dinero de Los Pachelly. El Estado parece olvidar que, de acuerdo con el esquema del Sistema Penal Acusatorio, toda denuncia de conducta delictiva, emitida por un medio de comunicación, se constituye en sí como una noticia criminal y es de indagación por parte de la Fiscalía, a través de la Policía Judicial. Análisis Urbano lo ha hecho, ¿por qué no se actúa? Todo esto daría pie a confirmar que hay infiltración en la Policía y la Fiscalía, entre otros organismos institucionales.
Nuevamente, en 2016, el año de la paz, las denuncias sobre la grave situación que vive la comunidad de Villa Linda, arrecian, mucha gente está temerosa y cansada de lo que allí se vive. ¿Dónde está la Policía?, se pregunta la gente. La respuesta es desalentadora: la entidad está donde la pongan, que no es otra cosa que lejos de las actividades criminales de los Pachelly.
¿Por qué callan los inocentes en Villa Linda?
El barrio Villa Linda se encuentra ubicado en la periferia del municipio de Bello, aproximadamente a quince minutos del parque principal tomando la vía al corregimiento de San Félix. El barrio ha sido testigo de todo tipo de situaciones, desde supuestos malos manejos de los recursos públicos, clientelismo, inundaciones, falta de vías y un transporte deficiente y falta de unidad hospitalaria. Hechos que demuestran el atraso y la miseria. Para completar, el cogobierno criminal, que lo asume en este territorio la banda de los Pachelly, ha impuesto el régimen de terror que lleva al inminente silencio, que no es cómplice sino por físico miedo.
En Villa Linda, como en otras zonas donde ejerce control la banda, una familia es la encargada de llevar las riendas de la organización criminal, pero la diferencia de este con otros barrios es que allí se encuentra la base de operaciones principales. Lo extraño es que nunca ha sido golpeada por la autoridad legítima, relata la gente que se atreve afirmar que el pago de dineros —nómina paralela— es jugoso, lo que permite una operación criminal tranquila. Es evidente que la protección oficial da esos réditos, por eso la paga siempre llega a tiempo, es lo único que no se puede retrasar.
Diez años de operaciones de la base principal dan la certeza de que algo no funciona bien en la institucionalidad municipal. Sino que lo digan Albert, Nelson, Abelito, Perica y el hermano de estos, llamado el Fantasma, porque nadie conoce su nombre o alias. Estos cinco individuos son amos y señores del territorio, ejercen como jueces y verdugos, aplicando la justicia criminal que primero dispara o golpea y después pregunta. Se sabe que han desplazado a muchas familias en diez años. No pocas veces se han quedado con las casas y los enseres de los desplazados. Al parecer hay complicidad de funcionarios en las dos curadurías en Catastro, que le imprimen legalidad a los traslados de los inmuebles. Análisis Urbano espera que esto sea un rumor. Para descartarlo y tener la certeza de tan grave denuncia se hace necesario que la Dirección General de la Policía, delegue un alto oficial de la Dijín que, en un trabajo mancomunado con la Fiscalía General de la Nación y la Superintendencia de Notariado y Registro, revisen actuaciones durante diez años sobre bienes inmuebles que hayan sido vendidos en ese sector del municipio. La denuncia apunta a que se ha dado legalidad a la apropiación de terrenos baldíos en la parte alta, predios pertenecientes al municipio de Bello. Al parecer en ellos se han construidos lujosas viviendas. Análisis Urbano espera el pronunciamiento oficial de la alcaldía frente a esta denuncia.
Más cosas graves pasan en Villa Linda, por ejemplo, el progreso en la zona está supeditado al aval de la banda, nada se puede construir sin su consentimiento, si los habitantes del barrio quieren hacer mejoras a las viviendas deben pedir permiso y pagar, si alguien construye edificios debe entregar mínimo un apartamento además del pago de la seguridad cada mes.
En síntesis, Villa Linda es hoy una fortaleza del crimen, su ubicación estratégica permite que el tráfico de drogas y armas sea continuo. ¿Quién podría interrumpirlo? El silencio impera allí ya que nadie quiere perder la vida o sus bienes; por eso las violaciones, las ejecuciones, las golpizas, los desplazamientos forzados y la venta de drogas a menores son tan normales como la falta de presencia institucional.
¿Será que por fin la institucionalidad se anima a ponerle freno a este imperio criminal que se ha construido en sus narices? Esperemos que sí. Sin embargo, ver para creer.
Temas relacionados
Situación de los Derechos Humanos en el municipio de Bello
Quiénes son Los Pachelly, el poder criminal de Bello
Los Pachelly, señores de la mafia: drogas, armas y prostitución en Bello y Barbosa.
Los Pachelly ingresaron explosivos a Bello días antes de las elecciones
Los Chatas, El Mesa y Los Pachelly, hablan de paz en Bello Antioquia
Control paramilitar y resistencia de los artistas en Bello
En Bello cogobierna el crimen, Nuevo Jerusalén es un ejemplo