Leópolis (Ucrania), 7 de febrero de 2025.- Los cortes de electricidad han vuelto a algunas regiones de Ucrania debido a los daños causados por los ataques rusos contra las infraestructuras energéticas, mientras persiste la preocupación por los riesgos que corren los reactores nucleares y el destino de la ocupada central de Zaporiyia tras acusar Kiev a Rusia de impedir la rotación de la misión de observación de la ONU.
Los consumidores industriales se han visto afectados este viernes por cortes de electricidad en siete regiones del centro y el este de Ucrania debido a los efectos duraderos de más de una decena de ataques importantes contra la red eléctrica.
Según Volodímir Omelchenko, experto en energía del Centro Razumkov, las últimas interrupciones se deben a los daños que sufrieron el sábado pasado dos elementos clave de la red.
Espera que las reparaciones en curso mejoren pronto la situación, aunque la duración y la magnitud de los cortes de electricidad dependerán de las condiciones meteorológicas, así como de la gravedad de los ataques rusos y de la capacidad de Ucrania para proteger sus infraestructuras.
Riesgos persistentes
Los ataques rusos se producen todos los días, según el ministro de Energía, Germán Galushchenko.
La experiencia de los especialistas ucranianos, así como el apoyo que reciben del exterior, hacen prever que Rusia no logrará perturbar por completo el sistema energético del país, declaró el jueves.
El principal peligro sigue proviniendo de los ataques de Rusia contra subestaciones clave que distribuyen la electricidad producida por las centrales nucleares, declaró Omelchenko a EFE.
Los reactores nucleares han tenido que reducir urgentemente su producción en varias ocasiones a lo largo del invierno para evitar sufrir daños mayores.
La situación es «bastante grave», declaró el martes el director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, durante su visita a una subestación dañada, advirtiendo del riesgo de un accidente nuclear.
Central nuclear de Zaporiyia
La situación en la mayor central nuclear de Europa, en Zaporiyia, ocupada por Rusia desde marzo de 2022, también sigue siendo motivo de gran preocupación.
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, denunció hoy un aumento de los ataques contra la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa y bajo control del Ejército ruso desde 2022.
La central lleva más de dos años sin producir electricidad. Ucrania afirma que Rusia lanza ataques contra civiles desde sus instalaciones y la utiliza para hacer «chantaje nuclear».
El martes, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, acusó a Rusia de tomar como «rehenes» a dos miembros de su personal tras encontrar material proucraniano en sus teléfonos.
La presencia de los expertos del OIEA ha sido la única forma de recibir información verificada de la estación y dejar constancia de su uso como base militar, declaró a EFE la experta nuclear Olga Kosharna.
Sin embargo, el OIEA aplazó el miércoles la rotación de su misión debido a la falta de garantías de seguridad por parte de Rusia, según afirma el ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano.
Rusia intenta intimidar a los expertos internacionales y socavar su independencia, declaró el miércoles su portavoz, Georgui Tiji, quien recordó que Rusia atacó un vehículo del OIEA durante una rotación anterior.
Rusia culpó en cambio a Ucrania de perturbar la rotación al plantear «nuevas exigencias».
Reacción insuficiente
Aunque el OIEA ya ha adoptado tres resoluciones que condenan la ocupación de la estación, hasta ahora no han tenido ningún efecto, señala el experto en energía Omelchenko.
Según él, las visitas de Grossi a Moscú, donde se reunió el viernes con el jefe del gigante nuclear ruso Rosatom, restan gravedad a la situación y normalizan el comportamiento de Rusia y sus amenazas a la seguridad nuclear.
El OIEA y los gobiernos occidentales podrían hacer mucho más para disminuir la presencia global de Rosatom, argumenta Omelchenko.
La ONG Greenpeace en Ucrania también advierte que un posible reinicio de los reactores nucleares de la central de Zaporiyia por parte de Rusia supondría un peligro aún mayor.
La organización ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional y al OIEA para que impidan el reinicio y garanticen la desocupación de la central.
Rostyslav Averchuk
EFE