Bangkok, 16 de noviembre de 2023.– Más de 200.000 personas han sido desplazadas a raíz de los recientes combates lanzados a lo largo de Birmania por varias guerrillas étnicas contra la junta militar, mientras al menos 75 civiles han muerto y 94 han resultado heridos, según las cifras de Naciones Unidas.
La zona más afectada es el noreste del estado Shan, donde el 27 de octubre una alianza de tres poderosas guerrillas étnicas, conocida como la Alianza de la Hermandad, inició una campaña de ataques coordinados que representa uno de los mayores retos para la junta militar birmana desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021.
Desde entonces, la ofensiva se han extendido a otras provincias como Kayah, Rakáin y Chin, estas dos últimas en el oeste de Birmania.
En Shan, donde los combates continúan en al menos 10 poblaciones, unas 43 civiles han muerto y 71 fueron heridos, mientras que 60.000 se vieron desplazadas, entre ellos un numero indeterminado que han cruzado hacia China, apunta en su último informe la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
«El cese de los enfrentamientos y el acceso humanitario sin obstáculos por parte de todas las partes es fundamental para salvar vidas y salvaguardar el bienestar de los civiles y trabajadores humanitarios que prestan servicios vitales a las personas necesitadas», apuntó OCHA en su documento.
Según el organismo de la ONU, otros 28 civiles habrían perdido la vida y 10 resultado heridos debido a los combates en Moebye, en el sur de Shan, y la vecina Loikaw, en el estado Kayah, donde se registran duras batallas entre rebeldes y soldados de la junta militar, que detenta el poder desde el golpe de Estado del febrero de 2021.
Mientras, en el estado Chin, en el este del país y que hace frontera con India, los recientes choques en poblaciones limítrofes han hecho que unos 6.000 birmanos buscaran refugio en el estado indio de Mizoram, según informó a EFE el inspector general de Policía estatal, Lalbiakthanga Khiangte.
El Policía aclaró, sin embargo, que las cifras -un poco superiores a las facilitadas por la OCHA- cambian a cada hora por la llegada de nuevos refugiados y la salida de otros que deciden volver a sus aldeas en el oeste de Birmania.
En otro comunicado, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, expresó su «profunda preocupación por la expansión del conflicto en Birmania» y pide a todas las partes que «hagan todo lo posible para proteger a los civiles».
El levantamiento militar de 2021 puso fin a una década de transición democrática en Birmania y al Gobierno electo de la nobel de la Paz birmana Aung San Suu Kyi, encarcelada desde la sublevación.
Este golpe de Estado ha sumido a Birmania en una profunda crisis política, social y económica y ha abierto una espiral de violencia que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas con la aparición de nuevas milicias antijunta.
EFE