Valle de Aburrá, septiembre 20 de 2023- El Abarco, Cedro, Guino, Chingale y el Roble, siguen siendo algunas de las especies forestales de mayor tráfico ilegal en Antioquia. Solo en los últimos tres años, 717 metros cúbicos de madera han sido recuperados y a la vez ingresados al Centro de Atención y Valoración de Flora del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Cifra que podría representarse en unos 48 camiones cargados con madera, avaluados en aproximadamente $ 698 millones.
La incautación de la madera se da porque al momento de ejercer los controles en las principales vías, sobre todo, en accesos y salidas del Valle de Aburrá, los conductores no presentan los salvoconductos o, también, los presentan vencidos y hasta falsificados. Otras de las razones son por la misma presencia de especies restringidas debido a su condición de amenaza de extinción.
Durante los últimos tres años, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha realizado con su Unidad de Control y Vigilancia, más de 200 controles para prevenir el tráfico ilegal de fauna y flora silvestre en el territorio urbano, con el fin de proteger los ecosistemas y las especies de animales silvestres que dependen de ellos.
Esto incluye, la promoción de prácticas de producción y comercio sostenibles de madera, para que los ciudadanos reconozcan las empresas que están autorizadas y las líneas de atención para denunciar; y para los que actúan de manera ilegal, se realizan los operativos de control en vías a quienes se les aplican sanciones, como lo establece la Ley 1333 del 2009, por medio de la cual se realiza el decomiso definitivo, la suspensión de la actividad-licencia o permiso, el cierre del establecimiento y multas hasta por 5.000 salarios mínimos mensuales vigente
Más allá de las cifras, la extracción y comercialización de madera de los bosques naturales de manera descontrolada, sin los permisos de aprovechamiento forestal, esto representa graves consecuencias ambientales relacionadas con el desplazamiento de la fauna silvestre, degradación de suelos, problemas de erosión derivados de la pérdida de coberturas vegetales y de algunas especies. Pues solo se extraen los ejemplares arbóreos con las mejores características, dejando en el bosque los árboles con menores particularidades, es decir, arboles de menor porte, curvados o muy ramificados, provocando con esto, que, en el corto plazo, se vaya perdiendo las condiciones o características genéticas para una renovación adecuada del bosque y la perdida de servicios ecosistémicos.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá asegura que el bejuco, el musgo, la tierra de capote, la palma de cera y otros productos que provienen del bosque natural están vedados, es decir, no se pueden aprovechar o comercializar, pues cumplen un papel fundamental para mantener el equilibrio y preservar los ecosistemas. Algunos, retienen gran cantidad de agua para época de sequía y garantizan que el suelo mantenga la humedad y sus propiedades químicas, regulan los caudales, evitan el arrastre del material particulado de los suelos y son el soporte de varias plantas que son el hábitat de muchas especies en los entornos boscosos.
