Asunción, 24 noviembre- El expresidente uruguayo Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995) comentó este martes, durante una visita a Asunción, que la llegada al poder del venezolano Hugo Chávez (1999-2013) supuso una politización del Mercado Común del Sur (Mercosur), integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y con Venezuela suspendida desde 2016.
Esa es una de las ideas que expuso en su libro «Mercosur: Nacimiento, vida y decadencia», que presentará el jueves en la Biblioteca del Congreso de Paraguay y que este martes llevó al presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, con el que se reunió en el Palacio de Gobierno.
Lacalle Herrera era presidente cuando se firmó el Tratado de Asunción de 1991, como recordó a los medios tras el encuentro con el presidente, y agregó que en esos primero años el Mercosur fue avanzando trabajosamente.
«Aparece Chávez, el Gobierno de Venezuela, y se forma un Mercosur político, partidario, ideológico… porque los presidentes (del resto del bloque) más o menos estaban del mismo lado», comentó.
El expresidente se refería así a los expresidentes Fernando Lugo en Paraguay, Tabaré Vázquez y José Mújica en Uruguay, Néstor Kirchner y Cristina Fernández en Argentina, y Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil.
Para Lacalle Herrera, ese giro representó «una gran equivocación» porque «los tratados no son entre Gobiernos sino entre países».
Por ello, y en su opinión, el Mercosur «tiene que descartar todo tema ideológico, convertirse solamente en un tema de negocio e inversión, no solamente entre nosotros sino entre los cuatro países para ir a los grande mercados».
«Creo que hay que volver a lo comercial, que era el objetivo que tuvimos en Asunción en el año 91», zanjó.
GESTIÓN URUGUAYA DEL CORONAVIRUS
Lacalle Herrera, padre del actual gobernante uruguayo, Luis Lacalle Pou, también se pronunció sobre la estrategia uruguaya para combatir la pandemia de coronavirus, que ha convertido a su país, junto con Paraguay, en uno de los menos afectados de la región.
«A los gobernantes hay que admirarlos porque no les tiembla el pulso cuando son medidas que justifican la salud. Por encima de todo tiene que estar lo humano; la vida no es negociable», expresó.
El exmandatario uruguayo admiró la responsabilidad de sus compatriotas que acataron con rapidez las medidas del Ejecutivo, lo que permitió que al país le fuera «muy bien» en cuanto a las cifras sanitarias, pero también económicas.
No obstante, reconoció que el cierre de las fronteras era un golpe para un país cuyo turismo depende fuertemente de los viajeros de Brasil y Argentina, y también expresó cierto temor ante la llegada del verano y la tendencia de la gente a relajarse y salir más en esta época del año.
Como solución económica, el expresidente apostó por la «iniciativa privada» como fuente de creación de empleo y por la atracción de inversión extranjera.
«Se han anunciado algunas muy importantes. La fábrica Ford va a volver a fabricar, a ensamblar automóviles en Uruguay, Pepsi-Cola va a hacer otra inversión muy grande… Hay datos gruesos que generan mucha mano de obra. Ojalá sea así», apuntó.
Lacalle Herrera también se mostró confiado en que una vez que llegue la vacuna el coronavirus «sea un recuerdo», pero, hasta entonces, todos los países tendrán que seguir » a tientas, aprendiendo y equivocando».