San Salvador, 30 abr – Un grupo de mujeres honraron este viernes con canciones y una ceremonia la memoria de Manuela, una mujer ya fallecida que fue condenada a 30 años de cárcel por homicidio cometido al supuestamente abortar.
El grupo de unas 20 féminas se reunió en uno de los accesos del conocido parque Cuscatlán, en San Salvador, en donde colocaron una imagen de Manuela y realizaron una ceremonia que incluyó el encendido de velas y la colocación de flores.
Algunas de las participantes también brindaron pequeños mensajes en los que exigieron al Estado salvadoreño que se haga justicia en el caso de Manuela, el cual ha llegado hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), y cantaron diversas canciones de protesta feminista.
«Este día estamos aquí para honrar la memoria de Manuela a 11 años que falleció por culpa de un Estado feminicida que le arrebató su vida. Hace 11 años Manuela falleció de un cáncer linfático y falleció esposada a una camilla de un hospital público, lejos de su familia y de sus dos hijos», dijo a Efe la activista Sara García.
García señaló que el caso de Manuela ha llegado hasta la CorteIDH para «exigir memoria, verdad y justicia» y «estamos exigiendo que el Estado salvadoreño pueda reparar a la familia de Manuela, que pueda dar a conocer la verdad de lo que ocurrió, que es que Manuela enfrentó violencia de parte del Estado».
Indicó que el proceso ante la CorteIDH también «busca justicia para que otra mujer no enfrente esa historia» y apuntó que «en la actualidad 181 han enfrentado este tipo de proceso (ser encarceladas) debido a la penalización absoluta del aborto».
Señaló que esperan un fallo favorable que «transforme vidas completas».
La CorteIDH realizó en marzo una audiencia de dos días para conocer el caso de Manuela, siendo esta la primera vez en la que se abortó el tema de la criminalización del aborto.
Se brindó un mes a las partes, tras concluida la audiencia, para presentar los alegatos finales por escrito y a partir de entonces la CorteIDH emitirá una sentencia en los siguientes meses.
«La CorteIDH tiene una oportunidad histórica y también el Estado salvadoreño al adoptar un fallo que sea favorable, en el sentido de reconocer las violencias que enfrentó Manuela, la tortura y los tratos crueles e inhumanos», manifestó.
Por otra parte, la activista salvadoreña llamó al Estado salvadoreño a que «pueda revisar su legislación, que penaliza el aborto de manera absoluto, que pueda generar realmente un camino para transformar estas opresiones y estas desigualdades, y que pueda generar diálogos serios y que pueda haber justicia».
Manuela fue detenida «en flagrancia» mientras recibía atención medica, fue condenada a 30 años de prisión en agosto de 2008 y en abril de 2010, a los 33 años de edad, murió a raíz del cáncer que padecía y que, según la demanda, tampoco fue tratado adecuadamente.
En El Salvador, las mujeres que sufren complicaciones del embarazo que dan lugar a abortos espontáneos y mortinatos son habitualmente sospechosas de haberse practicado un aborto, prohibido en todas las circunstancias y tipificado como homicidio agravado, cuya pena de cárcel es de 30 años.