Con pintura policía pretende tapar llegada de paramilitares

Redacción Análisis Urbano

La estructura paramilitar y mafiosa de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) conocidas como los Urabeños y denominada por el gobierno nacional como Clan Úsuga, ha venido incursionando desde hace tiempo en el corregimiento de San José de Apartadó, Antioquia, esta vez lo hicieron en el casco urbano y en inmediaciones de la Comunidad de Paz.

Con grafitis en casas, sitios de trabajo y en la valla de la Comunidad de Paz, las AGC, anuncian que llegaron para quedarse, la acción de propaganda paramilitar fue realizada en inmediaciones de la base militar del Batallón Voltígeros perteneciente a la Brigada XVIII y de una estación de la policía Urabá, apostada en el casco urbano del corregimiento.

La población de San José de Apartadó, sigue siendo vulnerada y victimizada permanentemente, lo paradójico es que por un lado lo hacen los paramafiosos y por el otro lado la fuerza pública a la cabeza de algunos oficiales y suboficiales de la Brigada XVII del ejército.

En el último informe semestral la Asociación Campesina de San José de Apartadó (Acasa) publicado a finales del año 2015, denunciaron que se presentaron 180 vulneraciones a los Derechos Humanos en el corregimiento, el desplazamiento forzado en la vereda La Esperanza y el asesinato de cuatro civiles. Estos graves hechos se han venido presentando en un territorio en el cual la población está protegida con medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

¿Para qué ha servido La Operación Agamenón?

El presidente Juan Manuel Santos indicó que se combatiera a las AGC, por eso ordena a la dirección general de la policía iniciar la Operación Agamenón, en la región de Urabá, operación que deja enormes dudas sobre su real eficacia ya que los resultados no han sido contundentes. Agamenón pareciera estar diseñada para empujar a los Urabeños al repliegue estratégico hacía el corregimiento de San José de Apartadó, tanto en su parte rural y urbana.

En conclusión, dicha operación podría estar llevando a las AGC a zonas donde habitan importantes conglomerados de la población civil para que se fortalezcan militar, territorial y económicamente y por ende controlen totalmente el golfo de Urabá.

Por ejemplo, el paro armado efectuado por las AGC, el cual se extendió por tres días en la región de Urabá, muestra su alcance político, militar, económico y social, un paro armado hecho en una de las zonas más militarizadas de Colombia y en plena operación Agamenón.

Finalmente, la respuesta de la fuerza pública asombra por la solución mediática que le da a la presencia de las AGC, en vez de salir a combatirlas y desmantelarlas como es su deber constitucional, optaron por tapar las evidencias de la presencia paramafiosa con pintura blanca.