El asesinato de los cuatro militares el pasado 7 de noviembre en Ituango, Antioquia, es un riesgo que viven día a día los habitantes de este municipio del Norte del departamento, pues el poder de las AGC en el territorio aumenta cada vez más sin que el Estado haga nada para proteger la vida de la comunidad.
Por: Yurany Alzate ( @yuranyAlzate1 )
Antioquia, 9 noviembre de 2021.- Mientras el presidente de Colombia, Iván Duque, anunció ante los diferentes medios de comunicación el final de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) después de la captura de uno de sus jefes, Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, las violencias ejercidas por este grupo criminal continúan en los territorios antioqueños, tanto así que el pasado domingo 7 de noviembre asesinaron a cuatro militares en Ituango, Antioquia.
Las personas asesinadas fueron identificadas como el capitán John Fredy Pedraza, cabo segundo Andrés Cano y los soldados profesionales Luis Pérez y Dairo Arcila, dijo el general Juvenal Díaz Mateus, comandante de la Séptima División del Ejército, quien también indicó que fueron víctimas de una emboscada cometida por integrantes de las AGC en este municipio del Norte de Antioquia.
Evidentemente no hay ningún final de las AGC, puesto que es una estructura criminal que tiene mucha fuerza y presencia no solo en Antioquia, sino en todo Colombia. Ahora bien, son cuatro asesinatos que se presentaron en Ituango después de las múltiples denuncias realizadas por el sacerdote Yonay Tuberquia tanto en su cuenta de twitter como ante diferentes organizaciones defensoras de derechos humanos.
Las personas que habitan ese territorio continúan en peligro por muchas razones, una de ellas es la presencia de diferentes grupos armados ilegales como lo son las AGC que después de la captura de alias Otoniel, siguen realizando hechos violentos como son los asesinatos, el control territorial, las amenazas, el desplazamiento, el reclutamiento de niños y jóvenes, entre otros muchos más que hemos denunciado en este portal de noticias.
Por esa razón, es necesario recordar que en 2020, el Proceso Social de Garantías de Antioquia (PSG), denunció el alto riesgo en el que estaban las personas que habitaban Ituango, algo que también se advirtió en alertas tempranas I.R No.003-17, AT No.029-18 y AT 004-2020 y hasta el momento la presencia del Estado continúa siendo ineficiente en este territorio que repite la historia de violencia que ha padecido durante décadas.
Un dato preocupante en ese entonces fue el denominado “Plan Mil”, el cual consistía en sitiar todo el territorio de Ituango con mil hombres en armas de las AGC y expulsar a las disidencias de las Farc con el objetivo de tomar el control de todo este territorio y a su vez la conexión con el Nudo del paramillo. Plan que al parecer fue exitoso.
La ausencia estatal hace que el miedo se apodere de la comunidad, de hecho, diferentes líderes aseguran que han denunciado constantemente la violación sistemática de derechos humanos y los homicidios son un riesgo contante en la zona.
Si bien, el general Juvenal Díaz Mateus, rechazó ese acto que cobró la vida de estos cuatro militares, es importante resaltar que no solo la Fuerza Pública está en riesgo, sino toda la comunidad en general. Lo preocupante, dicen algunos líderes que prefieren no decir su nombre por seguridad es que “las denuncias que hacen los defensores de derechos humanos, las organizaciones sociales y los medios de comunicación como Análisis Urbano quedan en el olvido sin reconocer que hoy el Norte de Antioquia está bajo el mando de los grupos al margen de la ley en especial de las AGC que son las que más fuerza tienen en el momento.”
Aunque Ituango pertenece a los 322 municipios priorizados para el posconflicto por el Gobierno Nacional, mediante Decreto Ley 893 de 2017, en virtud del Acuerdo de Paz que se firmó en el 2016, hoy las personas que habitan ese territorio continúan en peligro. Se regresó al pasado donde las masacres, los desplazamientos forzados, los homicidios de líderes y lideresas sociales, el hambre, la miseria, la guerra, la barbarie del paramilitarismo y el bullir de grupos armados son cada vez más poderosos y atentan contra la vida de las comunidades.
Ituango sufre la guerra, el abandono estatal y la presencia de ilegales armados
Por tal razón no se puede hablar del final de un grupo armado como las AGC cuando hacen presencia en todos los territorios de Colombia y las instituciones estatales no hacen nada por garantizar la vida de la ciudadanía, ejemplo de ello, es el asesinato, en esta ocasión, de cuatro militares, pero es toda la población la que está en riesgo constante.
