El 6 de diciembre de 2016 fue capturado en Envigado, Diego Mauricio Muñoz Agudelo, alias Diego Chamizo, subjefe poderoso del crimen urbano en el Valle de Aburrá; su jefe había sido Fredy Colas, quien se entregó voluntariamente a la justicia norteamericana. Antes de su captura, Diego Chamizo manejaba la franquicia de la marihuana en Medellín, ciudad a la que llegan más de 60.000 libras procedentes del departamento del Cauca.
El epicentro del poder territorial, militar, económico y social de Los Chamizos o BJ, se encuentra en las comunas 8, 9 y 10, además controlan el barrio Los Alpes en la comuna 16 y están representados en la Alianza Criminal del Norte por Pichi, jefe de la banda que se ubica en el barrio San Bernardo y que patrocina directamente la alianza de Los Chivos y Pájaros Rebeldes.
Es de anotar que Diego Chamizo manejaba la franquicia de la marihuana en Medellín, ciudad donde podrían llegar más de 60.000 mil libras procedentes del departamento del Cauca.
Es claro que después de la captura de un subjefe, jefe, patrón o patrón de patrones, llegan los relevos y así ocurrió en Los Chamizos. El reemplazo directo fue alias Queso, aunque la jugada fue maestra por parte de Diego Chamizo, ya que dejó a Queso y al segundo de este Killing —o Kilin— como jefes en las comunas 8 y 9, pero al frente de las relaciones, los negocios y la representación en la Alianza Criminal del Norte, designó a Pichi.
Esta decisión le permitió mantener el poder adquirido y lo cubrió ante la caída de algunos de sus ungidos, tal como ocurrió hoy, cuando fueron capturados ocho de sus integrantes, entre ellos tres con mando y poder de decisión, Queso, Killing y Rosario, además de Cata, la hermana de Martín —o el Calvo— que estaría llamado a ser el nuevo jefe de las comunas 8 y 9, además de parte de las Convivir de la comuna 10 —el 30 % de los 35 grupos Convivir que operan allí—; al igual que los barrios que tienen en la comuna 16.
La operación de captura de los miembros de Los Chamizos fue denominada Apocalipsis y es necesario reconocer que fue un golpe importante a lo que la institucionalidad ha llamado la Odín Caicedo. El operativo se desarrolló mediante veinte allanamientos en los municipios de San Jerónimo, Envigado y Medellín, en esta última en los barrios El Poblado, Buenos Aires, Caicedo y San Diego.
En la operación cayeron tres cabecillas: Carlos Mejía Pineda, alias Queso, quien perteneció al Bloque Cacique Nutibara (BCN) de las AUC; Jaime Agudelo Echavarría, alias Killing, segundo al mando y que al parecer manejaba parte de las finanzas de Los Chamizos, este era desmovilizado del Bloque Central de las AUC, además era el jefe de sicarios, se encargaba del manejo del tráfico de estupefacientes, ordenaba los desplazamientos forzados, el pagadiario, las vacunas y la explotación sexual, entre otros delitos. Todo ello ordenado por Queso.
Otros de los capturados fueron algunos coordinadores de zona como Alirio, Cata —encargada de finanzas en las Convivir que están subordinadas a Los Chamizos—; además del Burro, presunto jefe de sicarios; Guevón y Freimar, miembros de la mencionada organización criminal.
La ONG Corpades y la Agencia de Prensa Análisis Urbano reconocen que este ha sido un golpe importante asestado a miembros del crimen urbano-rural que se han creído intocables en la ciudad metropolitana.
Felicitaciones a la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá (Meval) al mando del brigadier general Óscar Antonio Gómez Heredia, e igualmente las felicitaciones son extensivas al alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y al secretario de Seguridad, Andrés Felipe Tobón. Reiteramos que solo la voluntad política permite este tipo de acciones exitosas contra el crimen.
Esperamos que se mantenga dicha voluntad.
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