La Habana, 16 de abril de 2022 – Dailin Terrero tiene como última memoria de la noche del 21 de diciembre de 2021 la luz del coche que la embistió junto con su hijo de 11 años en el sendero de una carretera costera de Santiago de Cuba (oriente). Tres días después supo que su pequeño había muerto.
El hijo de esta mujer desempleada de 35 años, y quien aún sufre secuelas por el accidente –necesita tomar medicación para dormir y su pierna será intervenida por tercera vez en un quirófano–, forma parte de una estadística al alza en la isla: los accidentes de tráfico mortales.
De acuerdo con las cifras oficiales, las personas fallecidas en las vías cubanas –gran parte de ellas peatones y ciclistas– incrementaron un 24 % en el último año, hasta llegar a las 589.
Terrero, en entrevista telefónica con Efe, dijo con voz entrecortada que ha perdido su “razón de vivir”. Según relató, el conductor –libre a la espera de juicio tras pagar una fianza– conducía con exceso de velocidad y de alcohol en la sangre.
La muerte de su hijo salió a la luz luego de que Terrero hiciera pública una carta abierta al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en la que narraba su desgarro y pedía justicia, apenas unos días después de un siniestro en la zona central del país dejó cuatro personas fallecidas y dos heridas.
Es un goteo constante en las carreteras cubanas, una tragedia que recogen con regularidad los medios cubanos y que se comparte con frecuencia y preocupación en redes sociales.
Los accidentes son la quinta causa de muerte en Cuba desde hace varios años, según los datos oficiales.
PRINCIPALES CAUSAS
Las principales causas de accidentes de tránsito en Cuba, destaca la Comisión Nacional de Seguridad Vial (CNSV), son la falta de atención del conductor, el incumplimiento del derecho de vía y el exceso de velocidad.
Pero también influye el mal estado de las carreteras y el envejecido parque automotor del país caribeño, donde transitan autos con más de 50 años de antigüedad, como el que atropelló a Terrero y su hijo.
A ello se suman la deficiente señalización en las calles y la falta de iluminación, así como la poca educación vial.
El secretario de la estatal CNSV, Reinaldo Becerra, señaló en entrevista a Efe que en total tuvieron lugar 8.354 accidentes el año pasado, con un incremento del 8,32 % (632) respecto a 2020.
Esto quiere decir que durante 2021 se registró una media de 23 incidentes diarios.
Con el aumento de 2021 se rompió una racha de cuatro años consecutivos de baja en el número de siniestros: 11.187 (en 2017), 10.070 (2018), 9.421 (2019) y 7.722 (2020).
La provincia de Santiago de Cuba –región en donde Terrero perdió a su hijo–, junto con la capital La Habana, concentraron la mayor cantidad de siniestros durante 2021, declaró Becerra, aunque sin especificar cifras.
REGIONES MÁS PELIGROSAS
Becerra confirmó que el 65 % de los accidentes tiene lugar en zonas urbanas. Sin embargo, los más graves ocurren en los territorios rurales, acotó.
Datos de la Comisión recopilados por Efe confirman esta tendencia. En 2020, la provincia occidental de Mayabeque, de alta actividad agrícola, registró la tasa de riesgo de muertes por accidentes de tráfico (9,6 por cada 100.000 habitantes) más alta del país y muy por encima de la media nacional (4,2).
La segunda provincia en donde hay una mayor probabilidad de muerte en la carretera es la oriental Camagüey, distinguida tradicionalmente por su industria azucarera y ganadera.
Becerra especificó que los accidentes más típicos son el atropello de peatones y de ciclistas, por lo que aseguró que «se trabaja» en «reordenar la circulación vial por los distintos tipos de transporte».
Además, el funcionario explicó que se han puesto en marcha medidas para reducir estas cifras, como una propuesta para la educación vial desde edades tempranas y mayor control en el cumplimiento de la ley.
Laura Becquer
EFE