Srinagar (India), 31 de mayo de 2022.- Una profesora perteneciente a la minoría hindú murió este martes tras ser tiroteada en un nuevo ataque selectivo en la Cachemira india, una región de mayoría musulmana disputada entre la India y Pakistán, y azotada por una insurgencia separatista desde principios de la década de 1990.
El asesinato se produjo esta mañana en el interior de un colegio en el distrito de Kulgam, en el sur de Cachemira, cuando presuntos terroristas entraron en las instalaciones de una escuela secundaria y dispararon contra Rajni Bala, de 35 años, según explicó a Efe una fuente de la Policía regional, que pidió el anonimato.
La profesora, residente en Samba, una zona de mayoría hindú en el área de Jammu, fue trasladada de urgencia a un centro médico, donde la declararon muerta, añadió la fuente.
La maestra había sido destinada a la escuela como parte de un programa gubernamental, pero no se encontraba entre los más de tres mil emigrantes hindúes conocidos en Cachemira como pandits, que hace algo más de una década fueron trasladados a la región por las autoridades indias para ocupar puestos en el funcionariado.
Miles de esos pandits habían abandonado sus hogares en la Cachemira india al estallar la violencia armada de grupos musulmanes secesionistas en 1989, y según datos oficiales, unas 40.000 familias hindúes se asentaron en la vecina Jammu al estallar la violencia, mientras que otras 20.000 huyeron a Nueva Delhi y unas 800 se quedaron en Cachemira.
ATAQUES SELECTIVOS
Los ataques selectivos contra miembros de la minoría hindú se han convertido en un problema creciente en la región, después de que en agosto de 2019 el Gobierno liderado por el partido nacionalista hindú BJP retiró el estatus de semiautonomía a Cachemira.
El Gobierno del primer ministro indio, Narendra Modi, justificó la medida como un modo de impulsar el desarrollo, al permitir ahora el asentamiento de empresas o individuos de fuera de la región, algo que impedía su estatus especial, pero los críticos ven un modo de cambiar la demografía de este territorio de mayoría musulmana.
Las manifestaciones de miembros de la minoría hindú en la región se han multiplicado reclamando una mayor protección.
Solo en los últimos dos meses, al menos tres hindúes murieron y otro resultó herido en ataques de insurgentes en la Cachemira india. Además, el pasado octubre, dos maestros no musulmanes murieron en un ataque selectivo en Srinagar, la principal ciudad de la región.
«A pesar de las afirmaciones falsas del Gobierno de la India sobre la normalidad en Cachemira, es obvio que los asesinatos selectivos van en aumento y son motivo de gran preocupación», escribió en Twitter la ex jefa del Gobierno regional Mehbooba Mufti.
«Condeno este acto de cobardía que, lamentablemente, juega con la cruel narrativa antimusulmana hilada por el BJP», sentenció Mufti.
Pakistán reclama la completa soberanía de Cachemira desde la partición del subcontinente en 1947 y su independencia del Imperio británico, mientras que la India acusa al país vecino de patrocinar a terroristas que atacan en territorio indio.
Las dos naciones han librado varias guerras y conflictos menores por este territorio, separado por una frontera provisional que divide Cachemira en dos y que es una de las zonas más militarizadas del mundo.
EFE
