Una pareja de esposos de la ciudad de Sochi, en Rusia, estructuró un plan para tener la certeza de quién o quiénes querrían su muerte. Un agente de la Policía de esa ciudad se enteró por información confidencial sobre el hecho que se planeaba y alertó a la pareja.
El autor intelectual era el propio hijo de los esposos. Quería matar no solo a sus padres, sino también a su hermanita de 10 años. Su intención era quedarse con la herencia. Contó todos sus planes a un amigo.
El amigo se fue a la Policía de la región de Krasnodar y relató lo que escuchó. Una vez enterada, la autoridad local vigiló cada paso del joven. Y también elaboró su propio plan: Un policía se haría pasar por sicario.
Habló con el hijo de la pareja y llegó a un acuerdo: los asesinaría por 53.000 dólares (159 millones de pesos colombianos), cuyo pago haría efectivo cuando fuera heredero único. El mal hijo le dijo al supuesto sicario cómo actuar, le indicó cuántas cámaras hay en la casa y su ubicación. Y cómo evitar a los perros guardianes.
La Policía contó todo a la pareja de esposos. Los padres aceptaron preparar la escena y tomarse las fotos. Se hicieron pasar por muertos y así quedó en las imágenes. Al verlas, el hijo quedó convencido del éxito de su macabro plan. Prometió al sicario que le pagaría todo cuando tuviera el dinero de la herencia.
Ya con las pruebas suficientes, la policía procedió a darle captura. El caso se presentó el pasado 18 de febrero. El capturado confesó que no quería a sus padres, que ya había intentado matarlos en dos oportunidades y que tomó esa decisión porque sus padres millonarios no le daban dinero para sus necesidades.
Padres rusos fingieron su muerte para descubrir quién planeaba asesinarloshttps://t.co/CDfCML2QaA pic.twitter.com/9TTsPPJJQ1
— Infobae América (@InfobaeAmerica) February 24, 2018