RIONEGRO, COLOMBIA (23 DIC 2023) – El Oriente Antioqueño se enfrenta a una ola de violencia implacable, con un incremento preocupante en el número de homicidios que parece desafiar todos los esfuerzos de contención. A pesar de las medidas de seguridad y los anuncios mediáticos por parte de las autoridades, la violencia perpetrada por estructuras armadas organizadas, tanto locales como provenientes del Valle de Aburrá y el Magdalena Medio, continúa imparable.
El último de estos incidentes ocurrió en la noche del sábado 23 de diciembre, alrededor de las 7:30 p.m., en el barrio El Porvenir, posiblemente en su Cuarta etapa, en el municipio de Rionegro. Santiago Montoya Álvarez, un joven de 26 años, fue asesinado a tiros por dos individuos a bordo de una motocicleta Pulsar NS 200 de color negro y verde. Montoya Álvarez, quien al parecer estaba socializando con un grupo de personas, recibió seis disparos —tres en la cabeza y tres en el tórax— y, aunque fue trasladado a un centro asistencial, lamentablemente falleció a causa de sus heridas.
Este año, Rionegro ha sido testigo de más de 36 muertes violentas, y en el Oriente Antioqueño el número asciende a más de 225, con víctimas ultimadas por balazos o armas cortopunzantes. Si la tendencia actual continúa, se estima que el año 2023 cerrará con alrededor de 245 homicidios.
La comunidad se pregunta qué más pueden hacer las autoridades para contrarrestar esta creciente ola de violencia y criminalidad que azota la subregión.
A.U.
