- Durante las actividades se limpiaron, transformaron y embellecieron los espacios en colaboración con la comunidad
- Se gestionaron y dispusieron adecuadamente 1.962 m3 de residuos sólidos como escombros, colchones, muebles y plásticos
- Se realizaron 60 actividades pedagógicas con la comunidad
Medellín, viernes 16 de febrero de 2024 (@epmestamosahi) | Las quebradas La Iguaná, Malpaso, La Seca, Doña María, Santa Elena y La Rosa fueron intervenidas por EPM y Emvarias, filial del Grupo EPM, en un contrato para la gestión de residuos en cuencas abastecedoras y receptoras que hacen parte del sistema de acueducto y alcantarillado del Valle de Aburrá.
Entre las líneas de acción de este contrato, que contó con el apoyo siempre activo de la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín, se contemplaron la limpieza, recolección, almacenamiento, gestión y disposición de residuos; la construcción de acopios, conformación de una ruta de recolección; reforestación, paisajismo, y embellecimiento.
Más de 4 mil personas participaron, y a su vez se beneficiaron, de las acciones operativas de limpieza y recolección realizadas en puntos críticos de las quebradas mencionadas, a lo largo de los barrios La Iguaná, Blanquizal, Aures I y Aures II, La Avanzada, La Esperanza y Aranjuez, y en los corregimientos de San Antonio de Prado y Santa Elena.
Limpieza de las cuencas
En estas actividades también se gestionaron y dispusieron 1.962 metros cúbicos de residuos sólidos como escombros, colchones, muebles, plásticos, entre otros. Los puntos críticos intervenidos fueron además sede de labores de paisajismo y embellecimiento, que consistieron en la siembra de árboles y jardines.
A través de talleres que abordaron temas como la preservación del agua y la adecuada gestión de residuos, el convenio promovió la concientización de las comunidades participantes sobre la importancia de sus cuencas. Además, se contempló la cuenca como un elemento integral de su entorno, con una relevancia tanto histórica como futura.
Esta experiencia es un claro ejemplo de cómo la colaboración entre la autoridad, las empresas y la comunidad puede unir esfuerzos, conocimientos especializados y la mano de obra necesaria para revitalizar las cuencas y quebradas, y así promover una perspectiva futura más sustentable para todos.