El derroche publicitario en la Alcaldía de Medellín es el personaje del daño: Ana Cristina Restrepo

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La columnista Ana Cristina Restrepo escribió un artículo en el periódico El Colombiano con el que se refiere al informe de la Fundación para la Libertad de Prensa, Flip, denominado “Fico, el alcalde vanidoso”, y en que se asegura que la Alcaldía de Medellín invirtió más de 130 mil millones de pesos ($130.272.827.997) en contratos de publicidad oficial entre los años 2016 y 2017.

La columna se denomina “El personaje del daño” y Análisis Urbano la transcribe a continuación para sus lectores por considerarla de trascendental importancia.

“El personaje del daño
A los políticos no los desvelan las marchas ciudadanas, ni los edificios colapsados, ni las estadísticas de inseguridad. Tampoco el amor ni las “culebras”, como al resto de los mortales. Solo un asunto les quita el sueño: las encuestas.

La Fundación para la libertad de prensa (Flip) entrega hoy el tercer capítulo de la serie investigativa Pauta visible: Medellín. Ya pasó al tablero la publicidad oficial de las alcaldías de Bogotá y Barranquilla.

De acuerdo con la Flip, Federico Gutiérrez es el alcalde colombiano que invierte la cantidad más alta de dinero público en publicidad (la comparación no obedece al porcentaje gasto publicidad/presupuesto municipal, se refiere solo al monto). Entre 2016 y 2017, la estrategia publicitaria implicó gastar $130.272.827.991: “Equivale a diez veces más que el presupuesto en los dos años de la Secretaría de las Mujeres o para la construcción de cinco megacolegios”.

Los datos proceden del portal que recoge la contratación estatal y se concentran en 67 contratos relacionados con publicidad oficial.

El pastel se repartió entre veintiocho contratistas directos: ocho operadores logísticos se llevaron 53%; dos instituciones educativas obtuvieron 7%. Solo Telemedellín, 29% (más de $38 000 millones). El resto se distribuyó entre agencias de publicidad, corporaciones, litografías, etcétera.

Un 71% corresponde a contratación directa: más de $90 000 millones asignados a dedo.

La Flip señala un contrato con El Colombiano por $733 millones: “Sin importar si hay necesidad o no, la Alcaldía contrata con el medio para tener la disponibilidad de pautar”. ¿Recuerdan la revista inserta en el periódico del domingo? Soy Medellín, veintisiete páginas con los logros de Gutiérrez; su nombre es mencionado nueve veces, su imagen aparece en seis fotos. No todos los lectores dominan detalles básicos: dado que dicha información es publicitaria (pagada), no cuenta con la reportería y verificación de los periodistas de El Colombiano. ¿Cómo así? Por ejemplo, fueron publicados los kilómetros de ciclorrutas prometidos y construidos; pero omitieron los que faltan para cumplir. La revista también obvió los presupuestos recortados.

Mi dial no reconoce emisora sin la cuña “La Alcaldía de Medellín cuenta con vos”. Ni hablemos de los impuestos doblemente derrochados: las vallas retiradas por errores de ortografía… o con falsas frases del Papa.

La Flip no alude a los costos de #LaBodegaDeFico, probablemente porque no fueron declarados: la Alcaldía insiste en negar dicha estrategia publicitaria basada en perfiles falsos, a pesar de que una investigación al respecto mereció el premio Simón Bolívar 2018. ¿Y los entes de control? ¡En el debate de propaganda la falta de veeduría es definitiva!

El derroche publicitario es el personaje del daño. Esto supera lo numérico, es la discusión ética que subyace tras el dinero público al servicio de la vanidad del político de turno (nutrida por el desfogue de las redes sociales), el intento de comprometer la independencia periodística a través de contratos, el engaño que significa la publicidad disfrazada de información periodística.

¿El resultado de esta “inversión”?
La más reciente encuesta Gallup revela que la aprobación de la gestión de los alcaldes es liderada por Alejandro Char, con 90 % de popularidad. Lo sigue Federico Gutiérrez, con 85 % (cuatro puntos menos que en octubre).

¡Todo ha valido la pena! Gracias a la “percepción ciudadana” deslindada de los hechos verificables, los alcaldes duermen tranquilos”.