Por solicitud de la Fiscalía General de la Nación, el Juzgado 29 Penal Municipal de Medellín, con funciones de control de garantías, impuso medida de aseguramiento en centro carcelario en contra de Ludys María Rivera González, alias Mamá África, Nelson Martínez Villero, alias el Gordo, Edwin Vivero Hidalgo, Amaury Núñez Medrano, y Angelmito Velásquez Barbosa, alias Tocayo, como presuntos responsables de homicidio con dolo eventual en concurso homogéneo y sucesivo, concierto para delinquir agravado y tráfico de migrantes.
Con la misma decisión fueron afectados los hermanos Libardo de Jesús y Walter Muñoz Rivera, hijos de alias Mamá África, a quienes no se les imputaron cargos por los homicidios. Ninguno de los procesados se allanó a los cargos.
El proceso está relacionado con la muerte de 19 extranjeros (10 de ellos menores de edad), ocurrida la madrugada del 28 de enero de este año, durante el naufragio de una lancha que saldría desde el corregimiento Carpuganá del municipio de Acandí (Chocó) hasta una playa desconocida del Darién panameño.
De acuerdo con la investigación que contó con el apoyo de la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE-HSI), el día de los hechos la embarcación «Niña Mildred» zarpó con unos 27 extranjeros en horas no autorizadas por la autoridades marítimas, con sobre cupo y sin luces, para evitar ser detectada por los barcos de la Armada Nacional que patrullan la frontera entre Colombia y Panamá.
Las interceptaciones telefónicas obtenidas por la Fiscalía y la Dijín de la Policía Nacional con el apoyo de las autoridades norteamericanas, permitieron establecer que la señora Rivera González, administradora del hotel Los Girasoles de Carpurganá, alojó en ese establecimiento comercial a la mayoría de las víctimas del accidente y que en dos oportunidades anteriores ( septiembre y octubre del año 2018), fue sorprendida hospedando a varios grupos de extranjeros que ingresaron ilegalmente al país por la frontera con Ecuador.
Durante diligencias de allanamiento y registro realizadas el 28 de febrero último por la Policía Nacional y Migración Colombia al hotel Los Girasoles, fueron incautados 9 pasaportes de ciudadanos haitianos, brasileros, mejicanos y surafricanos. También fueron encontrados soportes de giros de dinero realizados entre julio de 2018 y febrero de 2019, por una cuantía superior a los 63 millones de pesos, al parecer para el pago de hospedaje y alimentación de migrantes ilegales.
Los investigadores establecieron también que el mismo día del naufragio, Martínez Villero, propietario de la lancha siniestrada, reportó el supuesto hurto de la embarcación para tratar de evadir las acciones judiciales.
Testigos presenciales declararon a la Fiscalía que Vivero Hidalgo, conductor de la nave y su compañero Nuñez Medrano, estaban en estado de embriaguez cuando salieron del muelle de Capurganá, hacia las 2 de la mañana. Los mismos testigos señalaron que el mismo 28 de enero zarparon hacia Panamá otras 3 embarcaciones repletas de extranjeros que pretendían llegar a Estados Unidos.
La Fiscalía determinó que entre el 23 y 27 de enero de este año, hubo un represamiento de migrantes ilegales en el municipio de Acandí (Chocó) porque las autoridades panameñas redoblaron la vigilancia en sus fronteras por la visita del Papa Francisco a ese país centroamericano, lo que dificultó el trabajo de los coyotes.